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Pedro Roig
renuncia a la dirección de Radio/TV Martí
SENH. 28 de augusto del 2010. Pedro Roig, director de Radio/TV Martí
renunció el viernes tras más de siete años al frente de las emisoras del
gobierno de Estados Unidos que transmiten a Cuba.
"Ciertamente que hemos conseguido los objetivos de suministrar las
noticias y la información que el régimen comunista le niega al pueblo de
Cuba", escribió Roig, un abogado de 69 años, en su carta de renuncia.
Las dos estaciones han gastado un estimado de $500 millones
transmitiendo programación de noticias y entretenimiento a Cuba pero han
enfrentado quejas de poca audiencia, amiguismo y un periodismo
prejuiciado.
Roig no estuvo disponible para comentar el viernes, y no se sabía quién
pudiera sustituirlo, aunque se reportó que varios candidatos estaban
buscando apoyo de terceras partes.
"Por la presente estoy sometiendo mi renuncia al cargo de Director de la
Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), efectiva el 1ro. de septiembre
del 2010 o a la conveniencia de la Junta'', escribió Roig a sus
supervisores.
La carta de Roig menciona una serie de logros de las emisoras, desde
aumentar la fuerza de la señal de Radio Martí hasta la modernización de
los respectivos sitios de internet y la ampliación de capacidades de
transmisión por avión y satélite para las transmisiones por televisión.
Una encuesta realizada de abril a mayo entre cubanos que se hallaban en
sus primeros seis meses de llegada a Estados Unidos, mostraba que 43 por
ciento dijo haber escuchado a Radio Martí y 6.5 por ciento dijo haber
visto TV Martí, añadió la carta.
La carta estaba dirigida a Walter Isaacson, presidente de la Junta de
Gobernadores de Transmisiones, la agencia que supervisa las
transmisiones internacionales del gobierno estadounidense, como la Voz
de las Américas (VOA).
Su renuncia se produce una semana después de que el periodista Rui
Ferreira escribiera en su blog Herejías y Caipirinhas que Roig había
sido despedido.
Roig lo negó tajantemente pero, en privado, reconoció estar agotado con
el trabajo y las presiones sobre el presupuesto de las estaciones.
Las dos estaciones han sido controversiales desde su fundación --la
radio, en 1983 y la televisión, en 1990-- con el propósito de quebrar el
monopolio del régimen cubano sobre las noticias en la isla.
Cuba interfiere las transmisiones de TV Martí por aire pero la estación
también transmite por satélite, y la radio transmite en AM así como en
frecuencias de onda corta.
En mayo, varios senadores demócratas aconsejaron trasladar las oficinas
de Miami a Washington y que sus operaciones se fundieran con la VOA
debido a su escasa audiencia en la isla.
"Es decepcionante que, tras 18 años, Radio y TV Martí no hayan podido
penetrar significativamente en la sociedad cubana o influir en el
gobierno cubano", afirmó el senador John Kerry, presidente de la
Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El año pasado, un grupo de importantes disidentes cubanos envió una
carta a Washington criticando la programación de la estación y
quejándose de que no se estuviera cubriendo suficientemente bien las
actividades de la oposición en la isla.
"Nosotros esperamos que se haga un análisis de todo lo que ha sucedido
porque la programación es tan mala y tan poco interesante para el pueblo
cubano que nadie la escucha'', afirmó el disidente Vladimiro Roca
durante una entrevista telefónica con El Nuevo Herald.
La Fundación Nacional Cubano Americana también criticó las estaciones
este año, alegando que la audiencia había disminuido debido a la mala
calidad de la programación.
Desde hace tiempo, miembros del Congreso críticos de las transmisiones
han estado tratando de rebajar el presupuesto de las emisoras y, en
agosto del año pasado, Roig recortó 35 empleos, o 22 por ciento de su
personal. Unos 20 empleados fueron despedidos y los otros fueron salidas
voluntarias y puestos vacantes.
Un informe del Congreso publicado en el 2009, y basado en una encuesta
hecha por teléfono desde Estados Unidos, indicó que menos del 1 por
ciento de los cubanos escuchaba o veía las transmisiones.
Roig respondió que los cubanos temían demasiado al gobierno para hablar
abiertamente por teléfono sobre lo que oían cuando esto implicaba a
emisoras de Estados Unidos.
A través de los años, varios reportes del Congreso también se han
quejado de que las estaciones no se adherían a los estándares
periodísticos de Estados Unidos o la VOA y que sus transmisiones eran
demasiado políticas.
Los funcionarios de la estación también han sido acusados de amiguismo.
José Miranda, un ex director de programación, fue condenado a dos años
de prisión en el 2007 por cargos de haber recibido sobornos de una
compañía de producción de televisión a cambio de contratos con TV Martí.
Pero un informe del 2007 de la Oficina del Inspector General del
Departamento de Estado afirmó que había pruebas anecdóticas de que la
audiencia estaba creciendo y calificó a Roig como "el director más
efectivo de la estación'' en su historia reciente.
La carta de Roig agradece a los miembros cubanoamericanos del Congreso
su firme apoyo a las operaciones de la estación, incluyendo al demócrata
Robert Menéndez, y a los republicanos Lincoln y Mario Diaz-Balart,
Ileana Ros Lehtinen y Albio Sires.
"Han luchado por la misión de Radio y TV Martí con total devoción'',
escribió.
Al observar que había llegado a Estados Unidos en 1960 "como un joven
exiliado de Cuba", Roig escribió en su carta que estaba "orgulloso de
haber servido al pueblo americano".
"Espero que mis esfuerzos en Radio y TV Martí hayan ayudado a promover
la causa de la libertad en mi querida Cuba", precisó.
Fuente: © 2010 El Nuevo Herald.
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