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Proponen sensores del comportamiento para proteger aeropuertos
Associated Press. 10 de enero del 2010. Un terrorista trata de abordar
un avión, decidido a provocar una masacre. Cuando pasa los controles de
seguridad, nervioso, mirando a su alrededor, una red de aparatos de alta
tecnología analiza su lenguaje corporal e interpreta sus pensamientos.
El personal de seguridad lo detiene y se evita una tragedia.
Esa no es una escena descabellada: los expertos en seguridad están
analizando sistemas que van mucho más allá de las máquinas de rayos X y
los detectores de metales y buscan meterse en la cabeza de la gente.
Se están estudiando sensores sofisticados y técnicas de interrogatorios
más severas por parte de agentes especializados en la conducta humana.
Los estadounidenses consideran incluso levantar la prohibición de
investigar a una persona por su aspecto físico, nacionalidad u origen
étnico.
Algunas propuestas para mejorar la seguridad en los aeropuertos
inquietan a los defensores de las libertades civiles.
Pero está claro que hay que hacer algo.
"Los reguladores tienen que admitir que los métodos actuales son
anticuados'', expresó Philip Baum, editor de la revista londinense
Aviation Security International. ‘‘No están a la altura de las amenazas
del siglo XXI''.
Aquí algunas propuestas bajo estudio:
* Análisis de comportamiento: una empresa israelí que quiere
combinar alta tecnología con la psicología está ensayando un sistema que
proyecta imágenes en pantallas, incluidos símbolos de agrupaciones
terroristas que sólo un militante podría reconocer.
La idea es que el militante no podrá evitar tener una reacción impulsiva,
por mínima que sea, y eso permitirá identificarlo, según el presidente
de la firma WeCU, Ehud Givon.
Se pueden usar seres humanos para observar las reacciones de la gente,
así como cámaras ocultas y sensores que pueden detectar aumentos en la
temperatura del cuerpo o del ritmo cardíaco.
Si los sensores detectan una reacción sospechosa, la persona es
investigada.
El sistema es criticado por defensores de las libertades civiles,
quienes consideran que reproduce el mundo presentado en la película
Minority Report, en la que un policía interpretado por Tom Cruise
detiene a personas que van a cometer un delito en el futuro.
* Detectores de mentiras: se trata de un polígrafo avanzado, que
analiza el movimiento facial y la dilatación de las pupilas para
determinar si una persona está mintiendo o se pone nerviosa.
El director del proyecto, Robert Burns, indicó que las personas que
tienen malas intenciones experimentan reacciones psicológicas
involuntarias que pueden ser detectadas. Las personas pueden ser
observadas sin que se den cuenta; por ejemplo, cuando están en una fila.
* Modelo israelí: mucha gente quiere imitar el modelo de Israel,
que tiene los aeropuertos más seguros del mundo y en el que se somete a
los viajeros a intensos interrogatorios mientras expertos en el
comportamiento humano los miran fijo a los ojos para ver si notan algo
fuera de lo normal. Las inspecciones son rigurosas y se observa
detenidamente cada pieza de la maleta. Incluso se aprieta el envase de
la pasta de dientes para ver qué hay adentro.
"Se puede aprender mucho de los israelíes. Aplican estas técnicas desde
1956'', expresó Michael Goldberg, presidente de la empresa neoyorquina
IDO Security, que produjo un aparato que detecta armas escondidas en los
zapatos.
Israel, por otra parte, emplea el cuestionado "profiling'', el método
por el cual se presta particular atención a personas con determinadas
características. En el aeropuerto Ben Gurión, los israelíes judíos no
tienen demoras, pero todos los demás son interrogados y a veces palpados.
En los aeropuertos israelíes se usan también anillos de seguridad
concéntricos, que empiezan a varios kilómetros de las terminales.
El sistema israelí tendría aplicaciones limitadas en países como Estados
Unidos, que cuenta con unos 400 aeropuertos. Inspecciones tan severas,
por otro lado, generarían tantas demoras que podrían paralizar el
tráfico aéreo.
Es previsible que mucha gente considere inaceptable un sistema como éste
pues sentiría que se violan sus libertades civiles.
* ‘‘Profiling'': se llama así a la técnica por la cual se
clasifica a una persona en base a su aspecto físico o su origen.
Baum, quien también dirige Green Light Limited, firma de Londres
especializada en seguridad aérea, está de acuerdo en que clasificar a
una persona por su raza o religión no sirve para nada. Agrega que
catalogar a alguien por su aspecto o algunos gestos no solo es tonto
sino peligroso.
"Si uno tiene una familia típica, vestida como una familia típica, que
se comporta como una familia típica, con pasaportes en orden, no los
demoremos'', comentó. "No perdamos tiempo que podríamos emplear en
observar a gente que sí puede inquietarnos''.
Revisar a una anciana de 80 años porque puede llevar consigo una tijera
es algo que va contra el sentido común, sostuvo Baum.
"Usemos la cabeza, que es la mejor tecnología de todas'', afirmó.
* Privatización de la vigilancia: ¿y si se encomendase la
vigilancia a firmas privadas, no al gobierno?
Jim Harper, director de estudios de políticas de la información del Cato
Institute de Washington, que promueve el mercado libre, dice que se
debería permitir a las aerolíneas administrar la seguridad de los
aeropuertos por su cuenta.
Harper sostiene que si se usan distintos enfoques, en lugar de uno
estándar, le resultará más difícil al terrorista burlar las medidas de
seguridad.
La idea de privatizar la vigilancia de los aeropuertos, no obstante,
seguramente tropezaría con una firme oposición y nadie ha hecho
planteamientos serios en ese sentido.
Fuente: AP.
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