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Hondureños en Miami apoyan golpe
a Zelaya
Miami, Fl. 29 de junio del 2009. En el pasado, las reuniones de los
hondureños en Miami por lo general eran manifestaciones discretas que
pedían reformas a las leyes de inmigración y recaudaciones de caridad.
Pero la separación del poder a la fuerza, respaldada por los militares,
del presidente hondureño Manuel Zelaya el domingo galvanizó a los
hondureños que viven en Estados Unidos.
"Somos un grupo fuerte en el sur de la Florida y nuestra voz debe apagar
toda la negatividad que se está diseminando'', dijo Francisco Portillo,
presidente del grupo Francisco Morazán, que ayuda a los inmigrantes
hondureños en muchas cosas, desde llenar documentos de inmigración hasta
inscribirse para votar.
En el sur de la Florida hay una de las poblaciones hondureñas más
numerosas de Estados Unidos: 49,200 hondureños viven en Miami-Dade según
los cálculos del 2007, y hay otros 4,000 en Broward.
En su mayoría vinieron durante los años 80, huyendo de la pobreza y
agitación política que agobiaba a países vecinos centroamericanos como
El Salvador y Nicaragua.
Otra ola de inmigrantes siguió en 1998 después del huracán Mitch, que
acabó con la infraestructura del país y cuyos efectos todavía son
visibles. Fue debido a Mitch que muchos hondureños pudieron quedarse en
Estados Unidos con la ayuda de un estatus temporal.
La mayoría se asentó en comunidades obreras como La Pequeña Habana,
Allapattah y Hialeah. Sus influencias se ven especialmente en segmentos
de la Calle Ocho y Flagler, donde tiendas y restaurantes hondureños
llevan carteles con la bandera azul y blanca de Honduras.
Fue en restaurantes como Los Paisanos, en 824 W. Flagler St., que los
hondureños se enteraban de las últimas noticias por CNN en Español
durante del almuerzo.
"Todos estamos entusiasmados'', dijo Mauricio Andino, quien vino hace 15
años de Tegucigalpa. ‘‘Somos un pequeño país que demuestra al mundo que
no toleraremos el comunismo y que no nos dejaremos intimidar por nada de
lo que esos otros comunistas tengan que decir sobre nosotros''.
Durante la presidencia del presidente Manuel Zelaya, mientras estrechaba
sus relaciones con otros líderes latinoamericanos de izquierda como el
presidente venezolano Hugo Chávez, muchos en la comunidad hondureña del
sur de la Florida comenzaron a establecer paralelos entre las dos
mayores comunidades exiladas del sur de la Florida: cubanos y
venezolanos.
"Una vez que vi cómo se estaba amigando con Chávez y con Castro, me
preocupé de que nos llevaría por el mismo camino de miseria'', dijo
Rosmery Alonzo Roques mientras almorzaba en Los Paisanos. "Hay demasiada
pobreza en el país para que ande viajando todo el tiempo para
fotografiarse con Chávez y con Fidel Castro. Se debía haber preocupado
por su propio pueblo''.
Incluso en una marcha celebrada el lunes por la tarde en Coral Way,
junto a la bandera de Honduras se agitaban banderas cubanas, mientras
numerosos exiliados cubanos expresaban su apoyo por la manera en que las
fuerzas armadas de Honduras manejaron la separación de Zelaya del poder.
"Yo estoy aquí para apoyar a mis hermanos hondureños porque ellos
hicieron lo que los cubanos debieron hacerle a Fidel Castro hace mucho
tiempo'', dijo el exiliado cubano Sergio Ríos, quien cargaba sobre el
hombro una gran bandera cubana.
"Ellos se aseguraron de romper cualquier vínculo con el comunismo. Ojalá
que otros sigan su ejemplo''.
Fuente: © 2009 El Nuevo Herald.
Fuente: El Nuevo Herald
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