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Zapatero a Sarkozy: Te daré todo
lo que me pidas.
El diario 'Le Figaro' relata
cómo organizó el Elíseo la presencia de España y Países Bajos pese a la
oposición de la Casa Blanca

Zapatero: Se muestra feliz, "al
fin puede visitar EE.UU.", Sarkozy le facilitó su ansiado viaje.
ABC, España. Viernes, 14-11-08 a
las 22:15. El diario conservador francés 'Le Figaro' detalla hoy cómo se
preparó en el Elíseo la cumbre del G-20 que debuta mañana en Washington
para buscar soluciones a la crisis financiera internacional y a la que
finalmente acudirá España gracias al presidente galo, Nicolas Sarkozy,
que ha cedido la silla que Francia posee como miembro del G-8 y vencido
la resistencia de la Administración Bush frente a la presencia de
Zapatero en la Casa Blanca.
Según relata el periódico, la tarea de garantizar la asistencia de
España y Países Bajos a la cita de Washington, algo que no querían los
americanos, recayó en el consejero diplomático y 'sherpa' de Sarkozy,
Jean-David Levitte. Una vez conseguido, Sarkozy se lo hizo saber a todos
sus interlocutores: "He logrado que entren en el G-20 la octava y la
decimoquinta economía del mundo. ¡Ahí es nada! ".
"Zapatero está encantado. Le ha dicho: Te daré todo lo que me pidas",
narra a 'Le Figaro' un próximo colaborador del presidente francés.
La elección de la fecha de la cumbre
El diario desvela también que la fecha elegida para la reunión no es
fruto del azar y tiene una lectura en clave doméstica, porque cuando el
pasado 18 de octubre Sarkozy sugirió en Camp David al presidente Bush
fijar la cita para el 15 de noviembre ya se sabía que coincidiría con el
Congreso del Partido Socialista francés, evento que quedará sin duda
eclipsado por la cumbre.
Por lo demás, Sarkozy viaja hoy a la capital norteamericana con la
intención de que de allí salgan resultados concretos y se aborde la
supervisión de los flujos financieros, la regulación de los sueldos de
los banqueros e incluso la "refundación" del capitalismo.
Para evitar que la cumbre pase sin pena ni gloria, el secretario general
adjunto del Elíseo, Franois Perol, ha invertido estas dos últimas
semanas en mantener constantes vídeo conferencias con sus homólogos de
Washington, Bruselas, Berlín o Sidney.
En cuanto a la parte europea, Sarkozy puede contar con un frente
relativamente unido y en el Elíseo minimizan las supuestas fricciones
con Berlín. "Las relaciones con Berlín son mucho mejores de lo que se
dice", asegura Levitte.
"Línea roja"
Con Londres se vive una auténtica luna de miel, así que la única línea
roja que el equipo de Sarkozy no puede traspasar es la de "sentar a
Estados Unidos en el banquillo de los acusados". Por eso nadie dirá en
el Elíseo que la crisis actual es la victoria del capitalismo
continental sobre el anglosajón, por más que sea la tesis de buena parte
de los consejeros del presidente, empezando por Henri Guaino, artífice
de la mayoría de los discursos de Sarkozy. Aunque debemos decir en honor
a la verdad que la tal victoria del capitalismo continental sobre el
anglosajón no está muy clara pues nuestra Europa ya se encuentra en
recesión y los Estados Unidos aún no ha entrado y tal vez logre superar
la crisis sin pasar por ella.
Pese a ello, ayer el mandatario galo se permitió avisar de que el dólar
no puede pretender seguir siendo la única moneda del mundo. "Ya no
estamos en 1945", espetó Sarkozy al recibir el premio al Valor Político
otorgado por la revista 'Política Internacional'.
En todo caso, el presidente francés es plenamente consciente de que no
pueden esperarse milagros en ausencia de Barack Obama, quien
personalmente ha rechazado participar en la cumbre al asegurar que
Estados Unidos tiene un sólo presidente al mismo tiempo. Barack Obama
comenzará a ejercer su mandato como lo estípula la Constitución de la
democracia más grande del mundo el próximo 20 de enero de 2009.
El Elíseo sabe también que Bush "ya no está muy concentrado en su
trabajo" y que en Camp David, durante la visita que hizo Sarkozy en
compañía del jefe del Ejecutivo comunitario, Jose Manuel Durao Barroso,
para arrancarle el compromiso de celebrar la cumbre de mañana, se notaba
(según el juicio de Sarkozy) que Bush no esperaba más que una cosa: "volver
a su rancho", indica 'Le Figaro'.
Fuente: Diario ABC, España
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