Obama ante una cargada lista de
asuntos cubanos
El Nuevo Herald. 08 de noviembre del 2008. Durante su primera
conferencia como presidente electo, Barack Obama eludió mencionar
directamente el caso de Cuba ante una interrogante sobre la estrategia
de la próxima administración estadounidense respecto a regímenes
totalitarios como los de Teherán y La Habana.
Tampoco en las proyecciones de política exterior de su gobierno lanzadas
la víspera en el sitio digital Change.gov aparece ninguna referencia a
la isla.
¿Marcarán la discreción y el distanciamiento el tono de la política de
Estados Unidos hacia Cuba a partir del 2009?
Aunque los analistas consideran que resulta demasiado temprano para
vislumbrar el comportamiento de Obama sobre el caso cubano, el consenso
extendido es que en la agenda de prioridades latinoamericanas existen
otros asuntos de mayor urgencia que el viejo y desgastado diferendo
Washington-La Habana.
Sin embargo, el undécimo presidente estadounidense que deberá lidiar con
Cuba desde la llegada de Fidel Castro al poder, lo hará en
circunstancias excepcionales. Obama será el primer inquilino de la Casa
Blanca nacido después de 1959 y también el primero que tomará posesión
sin que Fidel Castro esté al frente del gobierno de la isla, al menos
oficialmente. Su ascenso a la presidencia se produce en momentos en que
el gobernante Raúl Castro busca reanimar las relaciones diplomáticas de
Cuba con la Unión Europea y América Latina, y ha lanzado, incluso desde
que comenzara su mandato interino en julio del 2006, varias señales de
voluntad negociadora y ramas de olivo a la administración sucesora de
George W. Bush.
Tras ocho años de tensiones agravadas por la política de aislamiento de
Bush, Obama encarará quizás el más enjundioso y diverso listado de temas
cubanos acumulados en cinco décadas de desencuentros bilaterales, desde
el embargo y las restricciones de viajes y remesas familiares hasta las
posibles implicaciones de explotación petrolera a tan sólo 50 millas de
las costas estadounidenses.
Obviamente, todo pasará por la actitud que la nueva administración
adopte en torno al embargo, manteniendo intactas o aflojando las
clavijas de una política que en los últimos años ha sido objeto de
cruentas batallas en el Congreso, ahora con mayoría de los demócratas.
Durante la campaña electoral, Obama dijo que mantendría el embargo, pero
prometió levantar de inmediato las regulaciones de viajes, envíos de
paquetes y remesas familiares a la isla, vigentes desde el 2004.
Los expertos y partidarios demócratas
creen que el levantamiento de las restricciones impuestas por Bush será
el primer paso para verificar hasta dónde la Casa Blanca pudiera
recortar los tentáculos del embargo a mediano plazo.
El demócrata Joe García, quien perdió en
cerrada disputa su postulación al Congreso frente al titular republicano
Mario Díaz-Balart, pronostica que Obama echará abajo las restricciones
del 2004 en los primeros 100 días de su mandato y aguardará por los
resultados de esta decisión para avanzar otros pasos respecto a Cuba.
"Todo dependerá de cómo sea aceptada la
liberación de los viajes y las remesas'', comentó García, que ha tenido
una intensa participación en la campaña demócrata por el último año. "Después
de tres meses, veremos qué efecto produce y luego podrían considerarse
otros pasos, como favorecer los intercambios académicos''.
Además de limitar los viajes de
cubanoamericanos a uno cada tres años y restringir las remesas a $300
para familiares directos, Bush decretó fuertes normativas para los
programas académicos en Cuba y prácticamente canceló el otorgamiento de
visas a académicos, científicos y artistas de la isla desde el 2003.
El sociólogo Ted D. Henken, autor de Cuba:
a Global Studies Handbook y profesor del Baruch College en Nueva York,
coincide en que a partir del 20 de enero las restricciones de remesas y
viajes a la isla no quedarán en pie, pero estima que los esfuerzos de la
nueva administración para levantar el embargo serán limitados.
"Es evidente que Obama tiene la voluntad
de cambiar nuestra relación con Cuba y de reexaminar la política actual,
pero no se centrará en la eliminación total del embargo'', expresó
Henken. "Lo que veremos es una postura distinta, con movimientos
calibrados, sin hacer declaraciones explícitas''.
El académico piensa que Estados Unidos
regresará a una política similar a la existente durante la presidencia
de Bill Clinton (1992-2000), pero advirtió que haber ganado la Florida
con el 57 por ciento de los hispanos y un significativo incremento del
voto cubanoamericano, "le dará a Obama una mayor flexibilidad para
manejar los asuntos cubanos''.
No obstante, los tres congresistas
cubanoamericanos reelectos el pasado 4 de noviembre, Ileana
Ros-Lehtinen, Mario y Lincoln Díaz-Balart, han insistido en que
continuarán sus esfuerzos en la Cámara de Representantes para mantener
la política hacia Cuba, aunque reconocen que será "una tarea difícil en
extremo y cuesta arriba''.
Una posibilidad que los analistas ven
realizable a mediano plazo son los viajes de ciudadanos estadounidenses
a Cuba. Aunque no haya un levantamiento formal de la restricción
decretada por el embargo en 1962, el ejecutivo podría optar por no
investigar o penalizar a los viajeros que llegan a la isla a través de
terceros países.
De todas formas, Philip Peters,
vicedirector del Instituto Lexington de Virginia y consejero de asuntos
cubanos, prefiere mantener cautela a la hora de emitir pronósticos sobre
Obama y el caso cubano.
"Exceptuando su intención de derogar las
restricciones de viajes y remesas, que no será un trámite nada trabajoso,
realmente no tenemos una indicación clara de lo que será su política
hacia Cuba'', manifestó Peters. "Todavía hay mucho por definir''.
Peters observa que muchas interrogantes
sobre Cuba podrían comenzar a esclarecerse a finales de diciembre o
durante enero, a raíz de las audiencias congresionales para aprobar los
nombramientos del gabinete de Obama, en las que suele emerger el tema de
las relaciones con América Latina.
"No se ha designado a nadie aún para
hablar de los temas cubanos, pero tal vez con la designación del
Secretario de Estado tengamos los primeros indicios sobre la brújula que
regirá respecto a Cuba'', apuntó el experto, que señala como punto
esencial la disposición mostrada por Obama a dialogar con funcionarios
cubanos.
En un discurso el pasado mayo en Miami,
Obama dijo que "tras ocho años de las desastrosas políticas de Bush'' él
estaba listo para emprender el camino de la diplomacia siempre y cuando
sirviera para "adelantar los intereses de Estados Unidos y la causa de
la libertad del pueblo cubano''.
"La administración de Obama podría
propiciar inicialmente un acercamiento con funcionarios cubanos de
cierto nivel con el propósito de discutir temas afines entre vecinos
como la inmigración, el medio ambiente, la vigilancia sobre el
narcotráfico y hasta la entrega de fugitivos, y luego ir configurando
una agenda más sensible en cuestiones políticas''.
Otros puntos de la abultada agenda cubana
que podrían ser revisados o relegados por Obama son:
* Política de pies secos/pies mojados y Ley de Ajuste Cubano: No se
pronostican cambios.
* Apoyo a la disidencia interna: Durante su campaña, Obama se ha
pronunciado por la liberación de los presos políticos y el respeto de
las libertades civiles en Cuba. En Miami, conversó con el disidente (Autorizado
por la dictadura cubana a salir, hablar y regresar al país, algo inusual
y poco frecuente)** Héctor Palacios, quien regresó a Cuba a finales de
septiembre.
* Relación con organizaciones del exilio: Los vínculos más cercanos
estarán con grupos que respaldaron o favorecieron sus pronunciamientos
de campaña como la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Consenso
Cubano y Grupo de Estudios Cubanos, las cuales promueven una postura más
moderada respecto a Cuba. Hay interés entre los demócratas en revisar la
política de otorgamiento de fondos federales para las organizaciones de
exiliados.
* Radio y TV Martí: Su programación y funcionamiento será sometida a una
profunda revisión, según fuentes de la campaña de Obama. El proyecto de
TV Martí podría ser cancelado.
* Perforaciones petroleras de Cuba en el golfo de México: Las
perforaciones en aguas profundas de Cuba están anunciadas para comenzar
en el 2009. El gobierno cubano ha maniobrado con el tema petrolero como
una oferta tentadora para empresas estadounidenses interesadas en la
explotación de nuevas fuentes de energía. El Departamento del Tesoro ha
sancionado en años precedentes a firmas como PSL Energy Services (PSLES)
y Dresser-Rand Group por facilitar información tecnológica y servicios
de explotación petrolera en violación del embargo con Cuba.
* Fugitivos de la justicia estadounidense en Cuba: No ha habido
pronunciamientos oficiales, pero desde la llegada de Raúl Castro al
poder, el gobierno cubano ha entregado al menos cuatro prófugos que se
refugiaron en Cuba. El informe sobre el terrorismo del Departamento de
Estado reconoce que el gobierno cubano se ha comprometido a no albergar
más a fugitivos en la isla. Hay actualmente unos 70 estadounidenses
residentes en Cuba entre los prófugos fichados por el FBI.
* Devolución de los cinco espías cubanos presos en Estados Unidos: Cuba
mantiene el tema como reclamo fundamental ante la justicia
estadounidense y planea llevar el caso al Tribunal Supremo de la nación.
* Ley Helms-Burton: No se prevén cambios en su aplicación y vigencia.
Tradicionalmente el Presidente ha congelado, cada seis meses, la
aplicación del Capítulo III, que autoriza demandas en Estados Unidos
contra personas o empresas que usen propiedades confiscadas en Cuba.
* Encausamiento y petición de extradición de Luis Posada Carriles: Cuba
ha pedido su encausamiento y Venezuela tiene una petición de extradición
ante el Departamento de Justicia desde el 2005. Un tribunal de
apelaciones determinó que Posada deberá ser enjuiciado por delitos
migratorios. El abogado (Cubano-americano residente en Washington y que
recibe pagos de Hugo Chávez y se sospecha trabaja igualmente para la
dictadura comunista cubana)**
José
Pertierra, que representa a Venezuela en la solicitud de extradición,
cree que la administración Bush ha protegido deliberadamente a Posada y
considera que un cambio de administración podría “hacer justicia en el
caso”. Entre los nombres que se barajan para cargos importantes en
Departamento de Justicia figuran Eric Holder y Gregory Craig.
Fuente: © 2008 El Nuevo Herald
Por Wilfredo Cancio.
*Nota del editor.
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