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Venezuela
paraíso del tráfico de cocaína

Narco vuelos detectados por
los servicios de inteligencia internacionales.
Nuevo Herald. 13 de septiembre
del 2008. Nuevas evidencias --pruebas recopiladas por entidades
federales de Estados Unidos y recientes detenciones de capos del
narcotráfico internacional-- comprometen a Venezuela como el paraíso del
tráfico de cocaína más importante de las Américas y señalan al país
suramericano como un formidable portaaviones donde despegan y aterrizan
centenares de pequeñas aeronaves
bajo la mirada
"protectora'' de altas autoridades venezolanas.
Según un informe de la Oficina Antidrogas de la Casa Blanca (ONDCP) con
información actualizada hasta junio de este año, obtenido por El Nuevo
Herald, la cantidad de droga transportada por vía aérea desde Venezuela
se multiplicó por 16 desde el 2002, una cifra sin precedentes.
Al mismo tiempo, la detención hace más de una semana en Madrid de Edgar
Vallejo Guarín, alias Beto Gitano, con documentos de identidad
venezolanos, puso de relieve una repetida práctica de la que se han
beneficiado numerosos narcotraficantes en los últimos años, bajo el
amparo de funcionarios civiles y militares del gobierno de Hugo Chávez.
Vallejo Guarín era uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo
--según la Dirección Antinarcóticos (DEA)-- y presuntamente vivió
protegido en Venezuela.
El viernes la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento
del Tesoro designó a dos altos funcionarios venezolanos de los servicios
de inteligencia y al saliente ministro de Gobierno de ese país como
colaboradores con las actividades de narcotráfico de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los vuelos no comerciales usados para transportar cocaína desde
Venezuela
aumentaron 10 veces entre 2002 y junio de este año. La abrumadora
mayoría de los cargamentos tuvieron como primer destino República
Dominicana y en segundo lugar México.
El número de vuelos pasó de apenas 21 en el 2002 a 220 el año pasado. La
cifra del 2008 va camino a establecer un nuevo récord.
En general, el tráfico de cocaína se cuadruplicó en los últimos cinco
años al llegar a 256 toneladas métricas en 2007, en contraste con 51
toneladas en el 2002, mientras que la cantidad de droga incautada por el
gobierno venezolano se redujo a casi la mitad, según el informe.
"El tráfico aumenta tan significativamente porque funciona con impunidad'',
dijo en una entrevista el zar antidrogas estadounidense John Walters,
quien protagonizó hace una semana una polémica cuando el gobierno
venezolano le negó una visa de entrada para estrechar la cooperación,
aseguró.
El alto funcionario calificó de "fracaso'' y de "falta de seriedad'' la
respuesta de Caracas frente al incremento del tráfico de estupefacientes
en Venezuela, que considera insuficiente.
También advirtió que si no se hace un esfuerzo por detener estos vuelos
la situación va a empeorar en Venezuela.
"El dinero de la droga indudablemente desata la corrupción y lo que
vendrá ahora son mafias que van a controlar por lo menos partes del país
y acaso instituciones gubernamentales en su totalidad'', aseveró
Walters.
El gobierno venezolano, que hace tres años expulsó del país una misión
de la DEA, ha repetido en varias ocasiones que lleva adelante una
política efectiva para combatir el narcotráfico y ha calificado los
señalamientos de Walters de una campaña maliciosa para afectar la imagen
de Venezuela.
"La lucha antidrogas en Venezuela ha registrado progresos significativos
durante los últimos años, en particular desde que el gobierno
bolivariano puso fin a los programas de cooperación oficial con la
agencia estadounidense DEA'', dijo el canciller venezolano Nicolás
Maduro en respuesta a las acusaciones de Walters.
Walters "pretende atribuir su fracaso a la supuesta falta de cooperación
de algunos países de la región'', afirmó Maduro.
El informe de la Casa Blanca también incluyó cerca de una docena de
fotografías de aviones monomotor con siglas venezolanas (YV) tomadas en
el aire cuando transportaban drogas.
"Tenemos mucha información que estamos dispuestos a compartir con el
gobierno venezolano, pero lo que hemos escuchado hasta ahora es mucha
retórica'', dijo Rafael Lemaitre, vocero de la ONDCP, en entrevista con
El Nuevo Herald.
Una parte del monitoreo de los vuelos de aeronaves venezolanas se
realiza desde una estación de vigilancia en Cayo Hueso.
Lemaitre indicó que los casos de soborno a altos funcionarios por parte
de narcotraficantes en Venezuela podrían tener auge porque "donde hay
narcotráfico aumenta la corrupción'', aunque declinó dar información más
específica sobre si altos funcionarios de Venezuela cooperan
estrechamente con los narcotraficantes.
Sin embargo, según denuncias y testimonios de narcotraficantes detenidos
en los últimos tres años, cada vez son más las pruebas de que los
narcotraficantes tienen un amplio aparato de apoyo que involucra
militares activos, jefes policiales y altas autoridades oficiales.
Un abogado colombiano que pidió no ser identificado por cuestiones de
seguridad pero que ha seguido la trayectoria de Vallejo, dijo que si
decide cooperar con la justicia ‘‘en Venezuela va a estallar un
escándalo de grandes proporciones''.
Según el abogado, Vallejo tenía en su nómina personas muy allegadas al
círculo de poder presidencial para garantizar el éxito de sus
operaciones.
Un informante de la DEA explicó a El Nuevo Herald que Vallejo operaba
con buques de gran calado --cargados de cocaína-- que salían de puertos
venezolanos a países del norte del Africa, desde donde la droga se
transportaba a España en embarcaciones más pequeñas.
Vallejo, que trabajó con el capo del Cartel de Medellín, Pablo Escobar,
tuvo como base de operaciones la ciudad de Maracaibo, señaló el abogado.
En marzo de 2001 la Fiscalía Federal de Miami reveló una acusación que
estaba bajo reserva sumarial en la que Vallejo es señalado como "organizador,
supervisor y gerente'' de un grupo de narcotraficantes, ya procesados,
responsable de la introducción de cocaína en el Puerto de Miami en el
barco MV Castor en 1999.
La embarcación de 258 pies de eslora fue interceptada por patrullas del
Servicio de Aduanas que encontraron 10,127 libras de cocaína camufladas
en contenedores de pacas de azúcar.
Todos los gobiernos de América Latina fueron notificados de la orden de
captura de Estados Unidos contra el narcotraficante desde que un juez
federal de Miami levantó el secreto del pliego de cargos en marzo de
2006, con el fin de permitir el ofrecimiento de recompensas para quien
suministrara información sobre su paradero. El Departamento de Justicia
ofreció $5 millones.
Según la policía española, que detuvo a Vallejo en una operación
conjunta con la DEA, el narcotraficante se hospedaba en hoteles de
España y Venezuela por períodos breves para evitar su localización.
Tenía su residencia fijada en Sant Cugat del Vall’s, Barcelona, bajo un
nombre ficticio.
No es la primera vez que un narcotraficante obtiene documentos
venezolanos falsos y utiliza el territorio de este país para dirigir
desde allí sus operaciones.
El médico colombiano Farid Feris Domínguez, extraditado el año pasado a
Estados Unidos por cargos de narcotráfico, obtuvo un pasaporte
diplomático como asesor del ministro de Finanzas de Venezuela a nombre
de un ciudadano fallecido.
El pago de sobornos, dijo, le permitió moverse como pez en al agua en
círculos de poder de ese país desde el 2003 hasta septiembre del 2006,
cuando fue deportado a Colombia por el gobierno venezolano.
En una entrevista con El Nuevo Herald en el 2007 y en una declaración al
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, Domínguez
describió los niveles de complicidad de altos funcionarios y militares
venezolanos en el trasiego de drogas en ese país.
Según Domínguez, los militares venezolanos cobran una alta suma a los
narcotraficantes por cada vuelo que salga del territorio, sin importar
la cantidad de droga que se transporte.
"Son muchas las cosas que conozco de todos estos militares que son la
mano derecha del señor Presidente'', dijo Domínguez en una nota dictada
a su esposa desde una cárcel de Colombia. "Porque en Venezuela todo se
puede, todo tiene un valor, es muy alto el grado de corrupción, todo es
permitido pero siempre y cuando uno pague por lo que uno necesita, y
créanme que no soy el único en estas circunstancias''.
Después de las declaraciones, el zar antidrogas de Venezuela y un
militar de la Guardia Nacional mencionados por Domínguez fueron
separados de sus cargos.
Wilber Varela, alias Jabón, fue otro de los narcotraficantes prófugos
que encontró refugio en Venezuela bajo una identidad falsa. Fue
asesinado en el estado Mérida a comienzos de este año. La DEA también
ofrecía $5 millones por información que condujera a su arresto.
Desde Venezuela, Varela dirigió una sangrienta batalla contra sus
enemigos en el Cartel del Norte del Valle durante más de tres años sin
problema alguno con las autoridades de ese país.
Fuente: © 2008 El Nuevo Herald.
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