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A
nuestros hermanos venezolanos
Con una contundente victoria
ustedes evitaron el golpe de estado de Hugo Chávez. El fracaso del
intento fue tanto el producto de la voluntad de los que se opusieron con
sus votos, como de quienes con su abstencionismo dejaron de apoyar al
aspirante a dictador. Un gobernante que hace un año triunfó en las
elecciones presidenciales de su país con más de siete millones de votos,
sólo logró movilizar en su favor a un poco más de cuatro millones.
La oposición aumentó su caudal electoral en un porcentaje suficiente
para lograr el triunfo numérico y persuadió a una buena parte de la masa
chavista de que el proyecto de su líder implicaba la pérdida de las
libertades de todos los venezolanos.
Chávez quedó en evidencia ante muchos de sus seguidores como un
individuo con un apetito insaciable de poder y una demostrada
incompetencia como gobernante.
Los resultados de esta consulta popular son completamente vinculantes
para el gobierno. Desconocerlos aprovechando su monopolio de las
instituciones públicas no sería otra cosa que ignorar el mandato del
pueblo e intentar concretar sus aspiraciones a dictador vitalicio con
otro golpe de estado aun más ilegítimo que el que acaba de ser derrotado
en las urnas.
El pueblo ha dicho la última palabra: a Chávez le quedan 60 meses en la
presidencia y en ese período de tiempo los venezolanos no quieren ir por
el camino del socialismo del siglo XXI, que no es más que una máscara
del totalitarismo castro chavista.
Ante este triunfo ustedes han apelado a la inclusión de todos los
ciudadanos en un proyecto nacional donde no haya espacio para la
intimidación ni la violencia. Con la defensa del derecho de todos a
participar en la solución de los graves problemas del país dentro de las
reglas del pluralismo, la patria de Bolívar podrá efectivamente
apartarse de un proyecto totalitario diseñado en Cuba con el fin de
escamotear el petróleo de los venezolanos y utilizar a esta nación en un
fracasado proyecto de expansión dictatorial en el continente. Venezuela
debe concentrarse en crear las condiciones para que los cientos de miles
de millones de dólares de ingresos petroleros no se despilfarren ni sean
el objeto de corrupción.
Con esta formidable riqueza, más el potencial productivo de la actividad
privada, se podrá viabilizar una solución solidaria para el 80% de la
población venezolana, que todavía después de nueve años de demagogia
chavista, aun vive las estrecheces e indignidad de la pobreza.
Cuba Independiente y Democrática (CID) cuya fundación en Caracas en
Octubre de 1980 no fue accidental, felicita a la ejemplar juventud
venezolana y a su liderazgo; al general Raúl Isaías Baduel por su
valiente y oportuna denuncia, a los partidos políticos y sus dirigentes,
a todos los venezolanos que han hecho posible este triunfo hacia la paz,
el respeto y el progreso en Venezuela. Victoria que compartimos en
nuestra lucha por la libertad del pueblo de Cuba.
Patria, Pueblo y Libertad
Huber Matos B
Secretario General Miami, Noviembre 3 de 2007
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