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La Agencia Central de
Inteligencia de E.U. (CIA) concluye que Castro padece de Mal de
Parkinson. Recientemente, la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) llegó a la conclusión de que el
dirigente cubano Fidel Castro padece de Parkinson y en consecuencia les
advirtió a los políticos norteamericanos que estén listos para afrontar
problemas si la salud del líder cubano que ya tiene 79 años empeora
próximamente.
De ser cierta la afirmación de la CIA de que Castro padece una
enfermedad que no es fatal pero que sí debilita, esto significaría que
el líder cubano podría entrar en un período donde, según los médicos,
los síntomas se harían más evidentes, las medicinas menos efectivas y
las funciones mentales comenzarían a deteriorarse.
Si bien Raúl, el hermano de Castro y jefe de las fuerzas armadas, ha
sido elegido como su sucesor, los analistas sobre Cuba temen que se
desate un período tumultuoso durante el cual un Castro incapacitado se
niega a entregar el poder, pero a la vez tampoco puede proyectar su
fuerte personalidad a los 11 millones de habitantes que tiene la isla.
''Si Fidel empieza a temblar de una manera evidente y notable en público,
por ejemplo eso le enviaría un mensaje contundente a todo el mundo'',
dijo Frank O. Mora, profesor de estrategia de seguridad nacional en la
Universidad Nacional de Guerra. Desde mediados de la década del 90
existen rumores de que Castro padece de Parkinson. En 1998, el
gobernante cubano llegó incluso a bromear y a retar a los periodistas a
un duelo a pistola a 25 pasos de distancia para demostrarles la gran
estabilidad de su pulso.
Sin embargo, hace más o menos un año, la CIA comenzó a entregar informes
a diferentes políticos estadounidenses de que sus médicos estaban
convencidos de que a Castro se le diagnosticó la enfermedad alrededor de
1998, según afirmaron dos veteranos funcionarios del gobierno
familiarizados con los informes. Ambos funcionarios pidieron conservar
el anonimato, ya que si se filtra el contenido de los informes
clasificados podrían estar violando las leyes de Estados Unidos.
''Hace aproximadamente un año, empezamos a ver algunas pruebas
definitivas de que en efecto Castro tiene Parkinson'', dijo uno de ellos.
No ha habido una confirmación independiente de la enfermedad de Castro,
así como tampoco ningún indicio de cómo la CIA llegó a esta conclusión.
El Departamento de Estado y la CIA no quisieron hacer comentario alguno
sobre esta historia.
De cualquier modo, un funcionario del Departamento de Estado dijo que
existen pruebas suficientes de que la salud de Castro está decayendo de
forma significativa. Cada vez más sus palabras son confusas y se va por
la tangente en sus discursos en público, aunque al parecer tiene sus
días malos y sus días buenos. Es evidente que ''no es la misma persona
que era hace apenas cinco años'', agregó el funcionario.
Mientras tanto, otros insisten en que Castro está bien. ''Disfruta de
excelente salud'', expresó el mes pasado Ricardo Alarcón, presidente de
la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando se le preguntó por qué
Castro no había asistido a la Cumbre Iberoamericana en España.
Entre los síntomas del Parkinson se encuentran temblores, rigidez,
dificultad para mantener el equilibrio y un habla ininteligible aunque
la forma en que se manifiesta varía en función de la persona enferma.
Entre algunas celebridades que han padecido o padecen la enfermedad
pueden mencionarse el papa Juan Pablo II, la ex secretaria de Justicia
Janet Reno, el actor Michael J. Fox y el boxeador Mohammed Ali.
El doctor Carlos Singer, experto en Parkinson de la University de Miami
(UM), dijo que la dolencia reduce como promedio la vida de una paciente
sólo en uno o dos años. ''El asunto no es cuánto tiempo el paciente
puede vivir, sino lo que sufre durante el proceso'', dijo el doctor
Singer.
Por lo general, los primeros cinco o siete años ''son más o menos
fáciles de controlar con dosis relativamente pequeñas de medicamentos'',
dijo el doctor Singer. Después, algunos síntomas como una postura
encorvada y la dificultad para mantener el equilibrio se hacen más
obvios. Ya en las etapas avanzadas, cerca de 40 por ciento de los
pacientes experimentan lo que un especialista en la enfermedad llama ``básicamente
una disminución general de las funciones cognitivas''.
La principal medicina que se utiliza para eliminar los síntomas de la
enfermedad es la levodopa, que vuelve a llenar el cerebro con una
sustancia química llamada dopamina que funciona mal en las personas que
sufren de Parkinson. Los pacientes pueden organizar sus actividades en
torno a los períodos en que toman la medicina, algo que se conoce en el
mundo médico como ''en los períodos''. No obstante, con el paso del
tiempo el medicamento pierde su efectividad.
''A medida que la enfermedad avanza lentamente, los medicamentos tienen
que tomarse más a menudo y en dosis mayores'', observa Paul Larson,
médico neurocirujano y especialista en Parkinson, que trabaja en la
Universidad de California, en San Francisco. ''A la larga se llega a un
punto en que el paciente fluctúa entre estar ``en los períodos'' y estar
''fuera de los períodos'', con tanta frecuencia que simplemente no se
puede vivir sólo a base de ingerir medicinas''.
Algunos de los efectos secundarios de la levodopa son movimientos
involuntarios y muecas faciales, así como también alucinaciones visuales.
Comoquiera que tanto la enfermedad de Parkinson y los medicamentos
pueden bajar la presión sanguínea, en ocasiones los pacientes se
desmayan, dijo el doctor Singer.
En los últimos tiempos, Castro ha mostrado algunos indicios de que
realmente su salud se está deteriorando, aunque tal vez no mucho peor
que en cualquier otro anciano de 79 años.
En el 2001, durante un discurso en un poblado cerca de La Habana, Castro
se desmayó, y en el 2003, en la toma de posesión del presidente
argentino Néstor Kirchner, casi se desplomó. Una caída en público el año
pasado le ocasionó una fractura en la rodilla y en un brazo. En su libro
más reciente, el ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez escribió que
tuvo que despertar varias veces a Castro mientras roncaba dormido a su
lado en un evento internacional.
Los expertos en Cuba también señalan que no se le vio recorriendo las
áreas que el huracán Wilma azotó en La Habana, algo absolutamente fuera
del carácter de una persona que ha dirigido personalmente cualquier
crisis en Cuba desde que tomó el poder en enero de 1959.
A los encargados de la política norteamericana, el informe de que Castro
podría estar padeciendo de Parkinson les ha despertado algunas
preocupaciones sobre la estabilidad política de la isla en un futuro
cercano.
''Para Fidel, será muy difícil asumir su papel y actuar, y se trata de
alguien que ha estado representando su papel de líder guerrillero
durante 50 años'', dijo Brian Latell, agente retirado de la CIA experto
en Cuba. Latell es también el autor de After Fidel (Después de Fidel),
un nuevo libro sobre Castro y su hermano Raúl, el ministro de defensa
más vitalicio de todo el mundo, y el único sucesor que ha designado el
propio Castro.
Damián Fernández, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de
la Universidad Internacional de la Florida (FIU), dijo que las preguntas
mayores que hay son cómo los subordinados de Castro podrían reaccionar
ante su indudable desgaste físico y mental, y también cómo esto podría
afectar el papel de Raúl como la figura número dos del país.
''Creo que Raúl tratará de crear importantes alianzas con sus
subordinados en las fuerzas armadas y entre los civiles para intentar
gobernar con mano dura'', dijo Fernández. "Pero no sé cómo esto podría
hacerse sin traerle beneficios al pueblo cubano''.
Todas estas especulaciones se hacen toda vez que se asume que Raúl que
tiene 74 años no muera antes que su hermano, algo que dejaría a Fidel
sin un sucesor sólido y sin el poderoso respaldo del ejército, que ahora
controla por completo su hermano menor, y sin un legítimo líder.
El resultado de todo esto podría ser un desastre político en Cuba, ya
que que los especialistas de EEUU piensan que Fidel está demasiado
enfermo como para tomar grandes decisiones.
Lógicamente, esto todavía pudiera demorarse un tiempo. Durante su
reciente entrevista con el famoso futbolista argentino Diego Maradona,
Castro dijo bromeando que los rumores de que su salud andaba mal eran
tan frecuentes que "el día que me muera, nadie lo va a creer''
Fuente:
La Nueva Cuba
noviembre 16, 2005
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