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Hostigamiento a
opositores en toda la isla
LA HABANA/13 de noviembre del 2003
(www.cubanet.org)
Cuando apenas han transcurrido ocho meses de la última ofensiva de
arrestos y encarcelamientos a 75 defensores de la democracia en Cuba
entre los que se hallan periodistas independientes, miembros y lideres
de la disidencia, el aparato policial de Fidel Castro lanza otra cruzada
contra el resto de los grupos de la isla.
Desde las provincias de Pinar del Río, La Habana, Sancti Spíritus,
Camagüey, Holguín, Ciego de Avila y Las Tunas llega información sobre
actas de advertencia, amenazas de desalojo, interrupción en las líneas
de comunicación por Internet y teléfono e impidiendo
llamadas directas o salidas por fax, acoso, chantajes, algunos de los
métodos con que la policía política intenta callar y eliminar a la
oposición.
''Vamos hacer una recogida masiva mayor que la sucedida en marzo'',
advirtió un oficial a Arsenio Pérez León, delegado municipal de Habana
del Este y miembro del Partido Ortodoxo Cubano.
León y además, Jorge Luis Matías Lemus delegado por Pinar del Río y
quien se hallaba de visita fueron amenazados con revocarles su causa de
libertad condicional (por supuesta piratería y salida ilegal) de
continuar asistiendo a actividades "subversivas".
Igualmente Andrés Nápoles, María de los Angeles Borrego, Jorge García
Torres, miembros de Hijos de la Virgen de Regla recibieron recientemente
amenazas. Torre fue puesto en aviso de perder su trabajo de paramédico
si continuaba apoyando las vigilias por los
presos políticos y la reconciliación nacional.
A Juan Fernández Wichy, de Acción Democrática y firmante del Proyecto
Varela, un agente de la policía le dijo que se había suicidado con
firmar el referendo de esa iniciativa.
Miguel García, activista pro Derechos Humanos también fue citado por el
Capitán Eduardo. Mientras Idanis del Rosario Martínez Martín, de pro
Justicia Social, fue conducida por tres veces a los cuarteles de
interrogación de la Seguridad.
Benito Soler Molina, miembro de Hijos de la Virgen de Regla y empleado
de comunales sufrió rebaja en su salario y traslado de puesto.
Yolanda Quintana Estupiñán, de la agrupación Pedro Luis Boitel, fue
amenazada con la Ley 88 por atentar contra la integridad del país.
Los opositores pacíficos Julia Cecilia Delgado, presidenta en funciones
del Partido Liberal Democrático de Cuba, y Rogelio Menéndez, presidente
del Movimiento Municipios de Cuba de Derechos Humanos, fueron citados.
La policía política advirtió a Menéndez que
estaba en libertad debido a una medida cautelar, pero que sobre él pesan
graves acusaciones.
También fueron citados a interrogatorios Henry Saumell, que encabeza el
Movimiento Alternativa Republicana, promotor de las peñas disidentes, y
su esposa, Yadira García.
Por otra parte, a agencias periodísticas en la isla, como el proyecto de
Nueva Prensa Cubana, les están bloqueando sus teléfonos para impedir
comunicarse con el exterior. De igual forma en La Habana han cancelado
teléfonos con llamadas directas al exterior, lo
que impide la comunicación por fax.
En Isla de Pinos el comunicador Carlos Serpa Maceira presenció el
segundo intento de desalojo de su vivienda, que podría dejar en la calle
a su esposa e hija enfermas.
Severa advertencia fue realizada a la periodista Claudia Márquez por el
lanzamiento de la revista De Cuba, a quien comunicaron que podría correr
igual suerte de su esposo, Osvaldo Alfonso, presidente del partido
Liberal, condenado a 18 años. También fueron "visitados" con iguales
intenciones intimidatorios los periodistas independientes
Anna Rosa Veitía, Ernesto Roque, Juan Carlos Linares y Fara Armenteros.
En Morón, provincia de Ciego de Avila, estuvo detenido el periodista
independiente Abel Escobar Ramírez, y José Alvarez Castillo fue víctima
de un operativo de la Seguridad del Estado, que le confiscó cerca de 400
libros y folletos.
Mientras esto sucede, decenas de periodistas y disidentes encarcelados
sufren peor suerte, y viven en las más deplorables condiciones humanas,
pésima alimentación, torturas psicológicas, enfermedades y trastornos
por la inadecuada atención médica.
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