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Castro dice no a envío de materiales
Por Wilfredo Cancio Isla.
El Nuevo Herald, 12 de agosto, 2005. El gobierno cubano cerró las
puertas a una empresa de la Florida que obtuvo un permiso especial de
Washington para vender materiales de construcción en beneficio de los
miles de ciudadanos damnificados tras el paso del huracán Dennis por la
isla.
Al conocerse los destrozos ocasionados por el ciclón en más de 120,000
viviendas en Cuba, el pasado julio, la firma Premier Commodity Traders
(PCT) ofreció facilitar envíos expeditos de un listado de 180 productos,
herramientas y equipos de construcción, en virtud de una dispensa
otorgada por el Departamento de Comercio en octubre del 2004.
En una carta enviada a fines de julio a la empresa estatal Alimport y a
la dirección del Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX), el empresario
Eduardo J. Rubiera, presidente de Premier, reiteró su oferta como
representante de una poderosa cadena estadounidense de productos de
ferretería y construcción.
''Tenemos todavía activa la licencia otorgada por el Departamento de
Comercio el pasado año, así como la oferta de extender esa lista a
productos no incluidos en el TSRA [Ley aprobada por el Congreso en el
2000 para las ventas a Cuba], bajo las condiciones delineadas por el
Departamento de Estado'', señaló la misiva. ''Estaremos dispuestos a
negociar el trato que sea de beneficio tanto para Cuba como para
Premier''.
La respuesta de Cuba un mes después de recibir la propuesta: silencio
absoluto.
''Es verdaderamente triste'', dijo ayer Rubiera. ''La negativa demuestra
una vez más la crueldad de los dirigentes hacia su propio pueblo, sin
preocuparse por proveerles un techo a los que no lo tienen''.
Ayer fueron infructuosos los esfuerzos de El Nuevo Herald para contactar
a representantes de Alimport.
Premier, con sede en Orlando, tiene autorización para comerciar con Cuba
hasta $25 millones. Es la única compañía estadounidense que ha obtenido
la dispensa especial para vender a la isla materiales de construcción no
derivados de productos agrícolas.
A raíz de los azotes del huracán Iván en Cuba, el pasado año, Rubiera
había gestionado el permiso especial para posibilitar la venta de
productos de construcción no autorizados bajo la ley TSRA. El
Departamento de Estado dio entonces el visto bueno con la condición de
que los productos no fueran empleados en construcciones de hoteles
turísticos y otras instalaciones estatales, y que se enviaran a
entidades no gubernamentales en la isla.
''Pensé que si las ventas de productos agrícolas se abrieron por un
ciclón [Michelle en el 2000], ésta era otra oportunidad para ir más allá
de TSRA y ampliar las oportunidades de negociación'', confesó Rubiera.
''Pero Cuba no tiene ninguna intención de negociar y ha usado estas
ventas con fines estrictamente políticos''.
Luego de cuatro años de crecimiento sostenido hasta los $1,000 millones,
las ventas de productos agrícolas a Cuba han experimentado un declive
superior al 25 por ciento durante el primer semestre del 2005. Esta
semana el presidente de Alimport, Pedro Alvarez, pronosticó que las
compras a empresarios estadounidenses no aumentarían luego de las
restricciones impuestas por el Departamento del Tesoro para garantizar
los pagos ''en efectivo y por adelantado''.
Las pérdidas que dejó el ciclón Dennis se calculan entre los $1,400 y
$3,000 millones. Del total de viviendas dañadas, 15,000 constituyeron
derrumbes totales y 25,000 derrumbes parciales; 24,000 sufrieron daños
totales y 60,000 daños parciales en los techos.
Unas 1,000 toneladas de cemento e igual cantidad de áridos de
construcción que estaban destinados a la exportación desde el puerto de
Casilda, en el sur de la isla, fueron dañadas tras el arrasador paso de
Dennis.
Fuente: El Nuevo Herald.
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