|
|
Tragedia marítima termina en
México.
Wilfredo Cancio Isla
El Nuevo Herald

CAMILO PLASENCIA sostiene una foto de su hermana, Lourdes María,
fallecida junto a otros cuatro cubanos cuando intentaba llegar
ilegalmente a Centroamérica desde Santa Cruz del Sur, Camagüey.
Tras dos meses de incertidumbre, sufrimiento y gestiones
burocráticas que involucraron a su familia en Cuba, Camilo Plasencia
sentirá el alivio de darle sepultura a su hermana en un cementerio
mexicano en lugar de enviarla a una fosa común.
''Es muy duro, porque hacía 15 años que no la veía'', recordó ayer
Plasencia rodeado de fotos y documentos de su hermana Lourdes María,
de 41 años, fallecida junto a otros cuatro cubanos cuando intentaba
llegar ilegalmente desde Santa Cruz del Sur, Camagüey, hasta un
punto costero de Centroamérica.
Plasencia, exiliado en Miami desde 1993, viajará este viernes a
Ciudad México para asistir a los funerales de su hermana y de Addiel
Tamayo Betancourt, de 30 años, luego de una largo proceso de
verificaciones con las autoridades del estado de Yucatán.
Los cadáveres de Lourdes y Addiel fueron ya trasladados desde Mérida,
Yucatán, al Distrito Federal, donde serán expuestos este viernes en
una céntrica funeraria en la calzada Tlalpán. El sepelio será el
sábado en el cementerio de San Lorenzo de Tezongo, DF.
''Es una tragedia, pero el mundo tiene que conocer la consideración
que el gobierno de Fidel Castro tiene hacia los cubanos que se van,
que ni siquiera reclama sus cadáveres'', agregó Plasencia, que es
dueño de un taller de mecánica automotriz en la localidad de Medley.
El grupo había salido en una embarcación desde Santa Cruz del Sur,
el 24 de diciembre, utilizando la llamada ''ruta sur'', cada vez más
socorrida por los inmigrantes cubanos para burlar el control de los
guardacostas de Cuba y Estados Unidos en las costas norteñas. Sólo
en lo que va de año, suman 46 los cubanos que han llegado a las
costas mexicanas.
Plasencia recibió entonces una llamada telefónica de sus familiares
en Cuba y comenzó a preocuparse por el destino de su hermana. La
tragedia comenzó a vislumbrarse cuando las autoridades costeras de
Yucatán notificaron el hallazgo de dos cadáveres --una mujer y un
hombre-- en una embarcación a la deriva cerca de Mérida, el pasado 5
de enero.
El 10 de febrero Plasencia tuvo la confirmación: la mujer hallada
era su hermana Lourdes, a quien le encontraron el carnet de
identidad entre sus ropas. El cadáver de Addiel Tamayo fue
identificado semanas después, gracias a la documentación enviada por
su familiares en Cuba. Los tres desaparecidos se nombran Nodali
García Betancourt, de 20 años, Juan Manuel Alcalá Pavón, de 36, y
Carlos López Avilón, de 41.
Como las autoridades cubanas se negaron a repatriar los cadáveres,
Plasencia inició gestiones para traerlos a Miami, pero el proceso
resultaba engorroso y dilatado. Entonces decidió proceder con las
exequias en México, con la cooperación de activistas cubanos en ese
país.
La procuradoría en Mérida aguarda 41 días antes de enviar los
cadáveres de la morgue a una fosa común. Como el consulado cubano no
procedió en el caso, la semana las autoridades yucatecas procedieron
a emitir un oficio de autorización para entregarlos a organizaciones
humanitarias que, en nombre de Plasencia, gestionaron la petición.
''Nos propusimos rescatar los cadáveres, porque no podíamos permitir
que nuestros compatriotas fueran a una fosa común'', comentó Antonio
Corzo, que dirige la página electrónica CubanosMex en Ciudad México.
Corzo encabezó las gestiones junto a los activistas Eduardo Matías
López, presidente de la Asociación Cívica Cubano Mexicana, y César
Alarcón, quien viajó desde Baltimore.
El embalsamamiento resultó costoso porque el sistema de congelación
en la morgue no era el apropiado. Se calcula en unos $5,000 todo el
proceso de documentación, preparación y traslado de los cadáveres
hasta la capital mexicana.
''Será un funeral para los cinco cubanos que fallecieron en esta
tragedia'', apuntó Alarcón.
Fuente:
El Nuevo Herald
Posted on Thu, Mar. 17,
2005
|
|