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Posted on Thu, Oct. 30, 2003
Chávez busca un enfrentamiento con
Washington
Phil Gunson y Andrés Oppenheimer/The Miami Herald
Caracas
El presidente venezolano Hugo Chávez, un revolucionario izquierdista que
enfrenta exigencias en su país para que lleve a cabo un referendo
revocatorio, parece estar haciendo todo lo posible por enfrentarse a
Washington.
Ha dado a entender que el embajador de Estados Unidos en Caracas es
homosexual y ha calificado a los funcionarios de la administración Bush
de ''imbéciles'' y ''criminales'', mientras sus subordinados acusaron a
la CIA de tratar de desestabilizar al gobierno.
Los analistas políticos venezolanos difieren en si Chávez está tratando
de fortalecer sus oportunidades en un referendo revocatorio jugando la
carta nacionalista, o si está buscando excusas para llevar aún más hacia
la izquierda su llamada ``revolución bolivariana''.
Los funcionarios de la administración Bush han evitado en gran medida
responder a las diatribas de Chávez, afirmando que no quieren caer en
sus provocaciones y convertir un problema político interno en un
problema entre Estados Unidos y Venezuela.
''Queremos detener la diplomacia del micrófono'', indicó ayer Roger
Noriega, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental,
en una conversación con The Miami Herald.
Algunos allegados a los medios de Washington especulan que en el
Pentágono hay incluso un mayor deseo de evitar los antagonismos con
Chávez, donde la prioridad principal es prevenir un alejamiento de Irak,
garantizando el flujo continuo de petróleo venezolano hacia Estados
Unidos --el país depende de Venezuela en más del 13 por ciento de sus
importaciones de petróleo-- y mantener buenas relaciones con los
militares venezolanos.
Las políticas izquierdistas de Chávez le han colocado desde hace tiempo
en el camino de un enfrentamiento con las políticas estadounidenses en
la región. Ya sea en relación con el Area de Libre Comercio de las
Américas, la ayuda militar de Estados Unidos a la vecina Colombia o las
relaciones con Cuba, su gobierno está en contra de la posición
estadounidense.
Sin embargo, Chávez recientemente ha incrementado sus ataques contra
Washington al acercarse la fecha del 28 de noviembre, cuando la
oposición comenzará a recolectar firmas para buscar un referendo
revocatorio de su gobierno populista.
Chávez señaló que el embajador de Estados Unidos Charles Shapiro besó a
un invitado masculino en un reciente evento en la embajada y declaró: ''Qué
extraño'', lo que casi todos los venezolanos percibieron como que le
estaba calificando de homosexual.
Repetidamente ha acusado a la CIA de buscar la desestabilización de su
gobierno --pero no ofreció pruebas-- y advirtió a Washington que dejara
de inmiscuirse en los asuntos de Venezuela.
Justo la semana pasada, los legisladores prochavistas dieron a conocer
un video que según ellos mostraba a agentes secretos de Estados Unidos
entrenando a militares disidentes y policías municipales en tácticas ''terroristas''.
La embajada de Estados Unidos afirmó que el video mostraba a agentes de
la compañía de seguridad Wachenhut, radicada en Miami, en una sesión de
entrenamiento y negó cualquier acción errónea de la CIA.
``Señor Bush --indicó Chávez en un discurso del 5 de octubre-- atienda
los problemas de Estados Unidos, que son muchos, porque los problemas de
Venezuela pertenecen a Venezuela''.
En el mismo discurso, se refirió a las objeciones de Washington y de
otros a la confiscación que ha llevado a cabo su gobierno de equipos de
transmisión pertenecientes al canal de noticias de televisión
Globovisión, de la oposición.
''Se comportan como imbéciles --enfatizó-- porque sin saber realmente lo
que está ocurriendo, comienzan a emitir comunicados y a decir que el
gobierno de Chávez está violando yo no sé qué''. Añadió que esos
críticos eran ``criminales, porque protegen a criminales y el que
protege a un criminal termina siendo un criminal''.
Dos semanas antes había dicho que los dueños de negocios que
participaron en la huelga de dos meses contra su gobierno a principios
del año fueron pagados por la CIA. Este concepto sobre la CIA ha sido
repetido desde entonces por legisladores prochavistas --e incluso hasta
por el vicepresidente, José Vicente Rangel--, quienes aducen que una
serie de ataques con bombas contra instalaciones militares fueron
llevados a cabo por la CIA. Sin embargo, no brindaron pruebas al
respecto.
Chávez hasta parece estarse preparando para un embargo al estilo del de
Estados Unidos contra Cuba, y en los meses recientes ha señalado
reiteradamente la necesidad de ``una soberanía de los alimentos''.
Cuando la huelga antigubernamental amenazó la distribución de
comestibles, el mandatario estableció un sistema embrionario de
importación de alimentos dirigido por el gobierno, utilizando a Cuba
como intermediario.
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