|
|
Washington advierte a Cuba que no tolerará
nueva ola de balseros
Por Pablo Alfonso
Estados Unidos no va a permitir un nuevo episodio de balseros que salgan
ilegalmente de Cuba como consecuencia de la crisis económica que
enfrenta el régimen de Fidel Castro, agravada ahora por el descontento
que genera la falta de energía eléctrica, advirtió un alto funcionario
del Departamento de Estado.
''Le hemos advertido anteriormente al gobierno cubano que Estados Unidos
considerará como una amenaza a su seguridad nacional cualquier intento
de manipular o provocar una emigración masiva hacia nuestras costas'',
afirmó el secretario de Estado Adjunto para Asuntos Hemisféricos, Roger
Noriega. ``Creo que ellos han entendido el mensaje''.
Noriega respondió así a preguntas de El Nuevo Herald en el marco de la
Conferencia de Las Américas, que durante dos días sesionó en el Hotel
Biltmore de Coral Gables.
El gobierno de Cuba anunció el miércoles severas medidas de restricción
en el servicio eléctrico, adoptadas como consecuencia de desperfectos en
la principal termoeléctrica de la isla.
Las medidas parecen encaminadas a calmar el creciente malestar de la
población, aún a costa de paralizar importantes renglones de producción,
programas educativos y sociales.
''Los cubanos han expresado descontento por los apagones --de hasta 11
horas diarias-- incluso con gritos, insultos y comentarios callejeros'',
afirmó un despacho de la agencia Associated Press desde La Habana.
Durante todo el mes de octubre se paralizarán 118 fábricas en todo el
país a fin de utilizar ese gasto de energía, para ofrecerla a la
población que durante varios meses ha estado sufriendo largos e
incómodos apagones.
A partir de ahora y durante cuatro meses la jornada laboral se reduce en
media hora; los comercios cerrarán una hora más temprano y se pondrá en
marcha un programa nacional de apagones que podría extenderse hasta
principios del próximo año.
El vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage, señalo que las
nuevas medidas tienen como fin ''buscar el máximo de ahorro en la
economía de consumo de electricidad, aunque le significa al país más
gastos de combustible y de importación'', debido a los renglones que se
dejarán de producir.
El último éxodo de balseros se produjo en 1994, en el clímax de la
crisis provocada en la isla por el derrumbe del comunismo en Europa del
Este y la desaparición de la Unión Soviética, que subsidiaba a la
ineficiente economía cubana.
Fuente: El Nuevo Herald |
|