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La insoportable "Ancianidad" del Ser.


"Lo que está sucediendo en estos lugares es en
una mayor perspectiva como un asesinato. Se trata de los huecos
escondidos de la vida de Cuba que nadie, tampoco muchos de los cubanos
conocen."
Luís A. Pacheco
Bajo un seudónimo, el de Selman Vallejo, ha sido escrito para evitar
represalias de las autoridades cubanas. El artículo relata las
condiciones miserables en que los ancianos tienen que sobrevivir en
Cuba. El mismo viene acompañado de sendas fotos de la autoría de Luís
Alberto Pacheco en donde muestra las condiciones de vida de los ancianos.
El autor asegura que muchos piensa que es fantástico envejecer en Cuba,
son los que han visto la película “Buena Vista Social Club”, esos
viejitos alegres y sonrientes en la pintoresca pobreza de La Habana, que
a media voz cantan boleros. Los favoritos de los estudios Egrem son los
favoritos del régimen que los dejan viajar al extranjero, pueden
contemplar los rascacielos de Manhattan y recibir una ovación cerrada en
el Carnegie Hall. Después de ver esta película uno quiere ser anciano en
Cuba.
Luís Alberto Pacheco, quien tomó las fotos que aquí se publican, él quiere
que su nombre esté presente junto a sus fotos de denuncia. Él mismo
aclara porque quiere su nombre publicado: “Alguien tiene que hacerlo
alguien tiene que abiertamente mostrar estos abusos: “No soy ningún
héroe, no me gusta exponerme a los peligros, y no quiero acabar en la
cárcel, pero hago esto por mi familia, por mi hija y por mi país”.
Y agrega: “Lo que está sucediendo en estos lugares es en una mayor
perspectiva como un asesinato. Se trata de los huecos escondidos de la
vida de Cuba que nadie, tampoco muchos de los cubanos conocen. Y lo que
se puede ver es solo una parte. Es una pena que las fotos no puedan
trasmitir los sonidos y en especial los hedores”.
El periodista explica que alrededor del 14% de los 11 millones de la
población de Cuba es mayor de 60 años. Ellos componen el grupo más
frágil de la sociedad. No únicamente por que ellos tienen las mayores
dificultades para mantenerse, si no porque no pueden escapar de su
suerte. Los niños y también los bebitos, tienen la alternativa de
escapar a la Florida, y nos recuerda el caso de Elian González. No los
viejos, ellos se quedan.
Y describe el articulista que para sobrevivir tienen los ancianos que
agenciárselas solos lo mejor que puedan, vendiendo lo poco que tienen.
Muchos han perdido los dientes y tienen dentaduras postizas, lo que
puede ser una bendición porque pueden vender su ración de pasta de
dientes. Y si tienen la presión alta venden el café. Algunos tratan de
sobrevivir a través de estar en las colas guardándole el turno a alguien
y así ganarse 20 pesos, 0,75 dólar, o comprando el periódico a 0,20
pesos y venderlo a 1 peso. Uno de ellos es Nestor, de 70 años que tiene
una pensión de 110 pesos al mes (menos de 5 dólares). El año pasado lo
detuvo la policía en una terminal de buses, fue maltratado, esposado y
más tarde puesto en libertad pero teniendo que pagar una multa de 70
pesos por trafico ilegal de productos.
También se describe en el artículo las pocas otras opciones que los
ancianos en Cuba tienen. Muy pocos pueden utilizar la ayuda de la
iglesia católica como el que se lleva en La Habana y le llaman “La
Milagrosa” en donde los ancianos desde 1997 obtienen comida, alojamiento
y atención médica primaria. Aunque el régimen quiere mantener su
monopolio a cualquier precio. Por eso últimamente las autoridades
cubanas han prohibido que algunas iglesias lleven alguna actividad que
sea de trabajo social. En la iglesia Pastora de Santa Clara, puso el
cura español Fedencio un aviso: “A partir del 1 de junio concluyen las
reparticiones de medicinas, porque la parroquia no puede realizar estos
servicios”. Él mismo declara que una persona le dijo a él que Cuba es
una potencia médica y que por eso no hay necesidad de repartir medicinas.
La mayoría de los ancianos no pueden contar con ayuda de familiares en
el exterior y el estado no los puede cuidar y ahora no pueden contar con
la iglesia tampoco, porque el régimen lo prohíbe.
En el artículo se destaca la labor de denuncia de los periodistas
independientes de diferentes provincias destacan la situación de los
diferentes asilos de ancianos. Desde Pinar del Río, Victor Rolando
Arrollo habla de una casa en donde los ancianos llevan los ojos tristes,
las ropas desgastadas y sucias y los zapatos rotos. Desde Villa Clara
Edel José García describe la situación física entre los ancianos: “Los
baños sucios y el hedor es muy fuerte, las sábanas no están bien lavadas
y las cucarachas, ratas, moscas y mosquitos se pueden ver día y noche en
el edificio”. Normando Hernández de Camagüey ha hablado con algunos que
viven en la casa de descanso de Camagüey: “Me muero de hambre. Esto es
miserable. No hay ni el más mínimo pedacito de azúcar para echarlo en un
vaso y tomarlo con agua”, aclara uno de 89 años. “Los viejos aislados
están sucios y el lugar apesta a orine y excrementos”, cuenta uno de los
que vive en una institución en el pueblo de Céspedes a Normando.
El artículo se hace una referencia directa a Castro. En el filme de
alabanza “Comandante”, de Oliver Stone, se muestra como Fidel Castro
“espontáneamente” atraviesa por un electro cardiograma y como una cosa
de poca importancia se le hace saber que va a vivir cien años. Es una
visión aterradora del futuro para muchos cubanos que comprenden que los
cambios esperados desde hace mucho tiempo no van a realizarse en Cuba
hasta que no se cumpla “el factum biológico” (que significa que Castro
se muera). Y mientras más se prolongue, más serán los sufrimientos que
va él a provocar en sus súbditos. Por eso la mayoría en la Isla espera
que este factum se efectúe ya.
Al mismo tiempo, dice Vallejos, que son numerosos los que desean que
Fidel Castro viva mucho, muchísimo, aunque sin poder y favores
especiales. Si es posible en alguna de esas instituciones, para que él
en su propia carne pruebe lo que “dignidad y seguridad” ha venido a
significar en su tiempo de gobierno.
Fuentes: La Nueva Cuba y
Cuba Nuestra
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