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La
masacre de niños de Castro.
Por Agustín Blazquez
con la colaboración de Jaums Sutton
NewsMax.com
Julio 13, 2001
Hoy es el séptimo aniversario de un crimen más, no castigado, del
régimen de Castro. Fue el 13 de Julio, de 1994, y otra vez, yo digo que
nosotros no debemos olvidar el caso infame de el remolcador "13 de Marzo,"
en el que 72 hombres, mujeres y niños trataban de escapar hacia los E.U.
En este ataque, 42 personas perdieron sus vidas, incluyendo 12 niños --
uno de ellos de sólo 6 meses. La prensa de E.U. se mantuvo callada
cuando ocurrió y desde entonces hablan poco del caso.
De acuerdo con los testimonios de los sobrevivientes y el libro de Tim
Bower "Cuba: Between the Devil and the Deep Blue Sea," los pasajeros
trataron de rendirse, y muchos de ellos alzaron a sus hijos en alto.
Pero La Guardia Frontera de Castro fué implacable en su ataque salvaje y
empezó a dispararles a los desamparados pasajeros con cañones de agua.
El libro de Bower recuenta el testimonio de que los cañones de agua
fueron usado para "arrojar a los niños de los brazos de sus madres hacia
las aguas del océano." Otros niños fueron simplemente barridos de la
plataforma del barco hacia el mar. Desesperadas para proteger a los
menores, las mujeres llevaron a los niños que quedaban aún allí, hacia
el interior de la embarcación.
Maria Victoria García, una sobreviente de la masacre - quien perdió su
esposo e hijo de 10 años, su hermano, tres tíos y dos primos - dijo: "Nosotros
luchamos para mantenernos sobre el agua sosteniéndonos de un cuerpo que
flotaba. Yo aguanté a mi hijo porque yo ví que él se estaba debilitando
y él no tenía la fuerza para continuar. Pero varias personas cayeron
encima de mí y mi hijo se safó de mis manos." El libro de Bower explica,
"La joven no podía luchar contra las grandes olas creadas por los barcos
del gobierno y su madre fue forzada a ver, desamparada, como se le
ahogaba su nené a sólo cinco pies de distancia."
Los sobrevivientes relatan como "El remolcador se llenó de agua y se
rajó en dos a causa de los renovados embistes." Otra sobreviviente relató
que ella "observó como estas (las mangueras), estaban inundando el
interior del barco. Una vez que el barco se estaba hundiendo, yo no ví a
nadie salir (del interior)."
La Guardia Fronteriza de Cuba, siguiendo las órdenes de Castro, ejecutó
esta masacre criminal, la que hasta este día permanece sin castigar.
Esos responsables por este acto siniestro recibieron felicitaciones y
promociones de parte del régimen de Castro. Y el mismo Castro viaja por
el mundo con orgullosa impunidad. Diferente a Milosevic, el no
enfrentará la justicia cuando él ya no esté en el poder, porque el va a estar en el poder hasta que se muera.
Esta no es la primera vez que niños cubanos han sufrido y pagado con sus
vidas a manos del régimen de Castro.
Antes de 1959, los cubanos no se iban de su pais; una vez que Cuba se
convirtió en Castrista, su historia está llena de escapes masivos y
audacias similares.
Existen suficientes historias emocionantes y dramáticas para llenar
bibliotecas enteras y cementerios enteros.
"Yo no había enfrentado la muerte anteriormente, ni la había observado
en las caras de otras personas. Nunca me olvidaré de los niños. O las
miradas en las caras de sus madres," dijo Eduardo Serrera en el libro de
Helga Silva "The Children of Mariel."
Serrera recuerda el evento traumatizante que el pasó mientras se iba por
el puerto de Mariel, Cuba, en 1980. Él fue hacinado dentro de un bote
camaronero de 24 pies junto a 36 hombres, mujeres y niños. El venía con
su madre, pero los guardias de Castro los forzaron a que viajaran
separados. El la perdió de vista.
"En el tercer día, el bote se empezó a llenar de agua. Nosotros usamos
todo a nuestro alcance -- cubos, contenedores -- para sacar el agua."
Afortunadamente, alrededor del mediodía los guardacostas de E.U. vieron
el barco. Recuerda Serrera, "Los marineros tuvieron que hacer una cadena
humana para físicamente poder levantarnos de nuestro barco que se hundía."
A bordo del buque del guardacosta en camino hacia los E.U., ellos se
encontraron otros cubanos en peligro en el Estrecho de la Florida.
Pero no todos pudieron ser salvados porque las olas impidieron que el
buque de los guardacostas se pudieran acercar para rescatarlos. Un barco
se lo llevaba la corriente y se deshacía, y Serrara no puede olvidar los
gritos de ayuda.
"Era terrible." Cuando las mujeres a bordo se dieron cuenta que ellas no
podían ser rescatadas, ellas "recogieron a sus hijos y los tiraban sobre
las barandillas para nuestro lado. Ocho o nueve niños fueron tirados en
el aire. Yo agarré uno, un nené -- de nueve meses de edad -- tan frío
que su piel estaba azúl. Y sus ojos estaban abiertos de terror.
"Las mujeres en el barco se miraban desesperadas cuando su bote se lo
comenzó a llevar la corriente. Ellas gritaban con dolor. Yo pude
escuchar sus voces alejándose en la oscuridad suplicándonos que
cuidáramos de sus hijos."
De acuerdo con el libro de Helga Silva, de más de 125,000 refugiados que
vinieron para los E.U. durante el éxodo de Mariel de 1980, habían desde
13,000 hasta 18,000 menores.
Sin embargo, el éxodo más grande de niños no acompañados fue documentado
en el Hemisfério Occidental -- cual permanece mayormente desconocido
para el pueblo Americano, gracias a la prensa de E.U. -- tomó lugar en
Cuba desde Dec. 26, 1960 hasta Oct. 22, 1962. Durante ese periodo,
14,048 niños de edades entre los 6 y 18 años partieron de Cuba rumbo a
los E.U. en lo que después fué llamado "Operation Peter Pan."
Este éxodo masivo fué iniciado por la creciente revelación del camino de
Castro hacia el comunismo. Esta despertó temor en los padres cubanos que
ellos estaban a punto de perder el derecho de hacer decisiones acerca de
cómo criar y educar a sus hijos como pasó en la Union soviética, China y
otros regímenes comunistas.
Este temor estaba bién fundado. En Mayo 1, 1960, Castro ordenó la
creación de las escuelas de indoctrinación communista, y las escuelas
privadas estaban bajo crecientes presiones de que cambiaran a libros
Marxistas para indoctrinar los niños. Muchas escuelas privadas cerraron
en vez de ser tomadas por el régimen de Castro. Muchos padres
mantuvieron a sus hijos en sus casas en vez de mandarlos a las escuelas
públicas, donde la indoctrinación comunista había, ya, comenzado. El
futuro no se miraba muy prometedor para las familias bajo Castro en
1960, igual que hoy día.
Cuba es un país donde los padres han tomado riesgos extraordinarios por
décadas para poder sacar a sus hijos. Este éxodo desesperado tiene las
huellas de Castro por encima. Él, a menudo, usa una crisis para desviar
la
atención de su fracasada revolución, de la manera como él fue el autor
del caso de Elián González.
Estas historias de audaces huidas de la Cuba de Castro son sólo unos
pocos granos de sal en el gran mar de las tragedias que han seguido
tomando lugar en los últimos 42 años en los Estrechos de la Florida. De
hecho que los cubanos han seguido arriesgado sus vidas y prefieren morir
en el mar es un testimonio verdaderamente, muy elocuente.
Cuando tomen un crucero de vacaciones viajando por los Estrechos de la
Florida, solamente consideren por un momento las miles de vidas que han
sido innecesariamente perdidas en el mar y las luchas humanas de último
minuto por la sobrevivencia de hombres, mujeres y niños antes de
ahogarse o ser devorados por tiburones - por lo menos 84,800. Todo a
causa de la ambición de poder de un hombre escudado tras un fracasado e
inhumano sistema político y bastante bien protegido por el silencio de
la prensa de E.U.
Recordemos nosotros hoy todos los niños que murieron juntos con sus
padres buscando la libertad. ¿Es moral voltear el rostro para visitar a
Cuba como un turista? O por las razones de hacer algunos negocios dudosos,
rendir los principios e ideales en nombre de un hombre y el
deshumanizado sistema político que él creó para violar los derechos
humanos de los ciudadanos de su nación?
© 2001 ABIP
Agustin Blazquez es productor-director de los documentarios "Covering
Cuba," "Covering Cuba 2: The New Generation" y el próximo "Covering Cuba
3." E-mail: ABIP@olg.com
Fuente: La Nueva Cuba
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