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Adiós a Ronald Reagan, el hombre
que ganó la Guerra Fría
Martin Merzer y Robert A. Rankin

El ex presidente Ronald Reagan murió ayer, y su nación está de duelo.
Tras una larga batalla, sucumbió de neumonía complicada por el mal de
Alzheimer, la enfermedad cerebral que lo aquejaba desde hacía tiempo
pero que nunca pudo ensombrecer su ánimo ni mermar el afecto del público.
Reagan tenía 93 años. Era sumamente querido y respetado, aun por sus
rivales. Era considerado por muchos como el abuelo de la nación. Fue más
longevo que ningún otro presidente de Estados Unidos.
Un portavoz de la familia dijo que Reagan falleció en su casa de Bel-Air,
en el área de Los Angeles, a las 4 p.m., hora de verano del Este. A su
lado estaba Nancy, su esposa desde hacía 52 años, y sus hijos Ron Reagan
y Patti Davis.
''A mi familia y a mí nos gustaría que el mundo supiera que el
presidente Ronald Reagan falleció a los 93 años tras padecer durante 10
años del mal de Alzheimer'', dijo Nancy Reagan en una declaración. ``Agradecemos
las plegarias de todos''.
Los estadounidenses observaron momentos de silencio en los estadios de
pelota y antes del Belmont Stakes. Las banderas fueron colocadas a media
asta en la Casa Blanca y en todo el país. Se espera que el cadáver de
Reagan sea trasladado a Washington, donde yacerá en la rotonda del
Capitolio.
''Ha muerto un gran norteamericano...'', dijo el presidente Bush el
sábado por la noche, desde Francia, donde se encuentra con motivo de la
celebración del Día D, el día del desembarco en Normandía. ``Ronald
Reagan se ganó el respeto de Estados Unidos con su grandeza. Se ganó su
amor por su bondad. Poseía la confianza que proviene de la convicción,
la fuerza que proviene del carácter, la gracia que dimana de la humildad
y el humor que se deriva de la sabiduría''.
En enero del 2001, Ronald Reagan estuvo brevemente hospitalizado al
caerse y fracturarse una cadera. Durante los primeros cuatro días de su
hospitalización, su familia recibió más de 8,500 mensajes electrónicos,
otro indicio de su perdurable popularidad.
Cuando dejó la presidencia en 1998, una encuesta encontró que el 63 por
ciento del público consideraba que había hecho un buen trabajo. Otra
encuesta elevó la cifra al 68 por ciento. Ambos resultados están entre
los más altos registrados nunca por ningún presidente saliente.
En una nota manuscrita, Reagan reveló en 1994 que sufría del mal de
Alzheimer, una enfermedad incurable que afecta a 4 millones de
norteamericanos y a otros 8 millones de personas, robándoles su memoria
y su independencia.
''Ahora empiezo la jornada que me llevará al crepúsculo de mi vida'',
escribió Reagan entonces. ``Sé que para Estados Unidos siempre habrá un
luminoso amanecer en el horizonte''.
Reagan nació en el seno de una familia pobre. Dotado de una personalidad
magnética, llevó una vida de novela que lo llevó de un pequeño y oscuro
pueblo norteamericano a los deslumbrantes estudios de Hollywood y luego
al poder y el prestigio de la Casa Blanca.
Reagan fue electo presidente a los 69 años. Fue el 40mo presidente de la
nación. Mantuvo un control notoriamente laxo de su gobierno y, sin
embargo, influyó y transformó su época en mayor medida que casi todos
sus predecesores.
Reagan llevó la nación a la recuperación económica, y a una creciente
deuda nacional. Fortaleció las fuerzas armadas, y avanzó por el camino
del desarme nuclear. Revigorizó el Partido Republicano y resucitó el
movimiento conservador.
Socavó a la Unión Soviética con su política y con su retórica, y
contribuyó a causar su derrumbe.
Sobrevivió un intento de asesinato, y su presidencia sobrevivió el
escándalo Irán-contras.
Ronald Reagan dejó un enorme legado.
''Con el tiempo, convirtió gran parte del país a sus propios valores y
puntos de vista'', dijo David Gergen, que fue su director de
comunicaciones. ``Su legado más importante es la gran medida en que
cambió nuestra forma de pensar''.
Aunque entró tarde en la política, el éxito de Reagan se derivó de una
combinación de férreas convicciones y un monumental encanto personal.
Reagan defendía principios firmes y claros: libertad individual,
gobierno pequeño, libre mercado, bajos impuestos, anticomunismo y
fortaleza militar. Presentaba estas ideas con tal patriótica sinceridad
que hasta sus críticos lo respetaban y lo admiraban.
Sus asesores le preparaban los discursos pero lo llamaban El Gran
Comunicador, y lo era. Su estilo sereno y relajado y su voz cálida,
ligeramente ronca, conquistaban la confianza del público. Su mensaje
llegaba al corazón y al intelecto de millones de norteamericanos.
''Nunca creí que fueran mi estilo o las palabras que usaba lo importante'',
dijo Reagan en su discurso de despedida en 1988. ``Era el contenido. Yo
no era un gran comunicador pero comunicaba grandes cosas, y ellas no
salían de mi intelecto sino del corazón de una gran nación, de nuestra
experiencia, de nuestra sabiduría colectiva, y de nuestra fe en los
principios que nos han guiado desde hace doscientos años''.
Llamado ''Rawhide'' por su contingente del Servicio Secreto, era un
hombre bien parecido que lucía tan cómodo con un sombrero de vaquero y
pantalones de mezclilla como con traje de etiqueta. Reagan exudaba esa
mezcla de vigoroso optimismo tan común en su generación y tan atractiva
a las generaciones posteriores. ''El poeta llamó a la Estatua de la
Libertad ``la lámpara tras la puerta de oro'', dijo Reagan en una
ocasión. ``Pues bien, eso era la entrada a Estados Unidos y eso sigue
siendo''.
``La gran esperanza es que esa lámpara sigue siendo nuestra. En esta
tierra, seguimos teniendo promesas y oportunidades doradas. Y a través
de esa puerta dorada, nuestros hijos pueden alcanzar el mañana sabiendo
que a nadie se le puede negar la promesa que representa Estados Unidos.
Reagan conocía muy bien esa promesa.
Ronald Wilson Reagan nació el 6 de febrero de 1911 en Tampico, Illinois,
un pueblo de 849 habitantes. Su padre, John Edward Reagan, era un
vendedor de zapatos con talento para contar historias y una atracción
por el alcohol. En algún momento, John Reagan empezó a llamar a su hijo
''Dutch'' y el apodo se quedó.
Su madre, Nelle, le enseñó a leer a los cinco años y alentó su interés
por el teatro. Tenía un hermano, Neil, dos años mayor.
En 1920, los Reagan se mudaron a Dixon, con una población de 8,191
habitantes, que Ronald Reagan llegó a considerar su pueblo natal. Allí
desplegó las cualidades que habrían de caracterizar su vida futura.
Reagan admiró a los héroes durante toda su vida, pero él mismo fue un
héroe como salvavidas en el Parque Lowell, un área recreacional en el
río Rock. Durante siete veranos, salvó a 77 personas de morir ahogadas.
Desplegó muy joven un talento para la política, al ganar las elecciones
para presidente de la organización estudiantil de su secundaria. El lema
bajo su foto en el anuario de su graduación: ''La vida es una gran
canción, que empiece la música''. Reagan fue al Eureka College con una
beca de natación y fútbol. Allí se graduó en economía y en sociología
durante la Gran Depresión. Y tuvo que lavar platos para pagar algunas
cuentas.
Después de graduarse en junio de 1932, Reagan trabajó como locutor de
deportes en la radio en Davenport, Iowa, y después en la estación WHO de
Illinois.
En 1937 fue a Hollywood a informar sobre el entrenamiento de primavera
de los Chicago Cubs. Un amigo le presentó a un agente que le gestionó
una prueba cinematográfica. Reagan consiguió un contrato de $200 a la
semana y así empezó su carrera de actor de cine.
Entre las más notables de sus 53 películas: King's Row (su favorita),
Brother Rat, Dark Victory, Knute Rockne, All-American y la torpemente
titulada Bedtime for Bonzo.
No combatió en la Segunda Guerra Mundial por problemas de la vista, pero
hizo películas de entrenamiento para el ejército mientras vivía en su
hogar con la que entonces era su esposa, la actriz Jane Wyman.
Después de haber tenido a su hija Maureen en 1941 y adoptado a un hijo,
Michael, en 1945, Wyman se fue distanciando de Reagan, y se divorciaron
en 1948.
Maureen murió en el 2001, a los 60 años, tras una batalla de cinco años
contra el cáncer. Hizo muchas labores de cabildeo a favor de las
personas que padecen del mal de Alzheimer.
Uno de los motivos por los que Reagan y Wyman se divorciaran fue la
participación cada vez mayor de Reagan en la política. En 1947 salió
electo presidente del Screen Actors' Guild, un puesto que ocupó durante
seis términos. Se encontró con el gran amor de su vida, la actriz Nancy
Davis, en 1951, y se casaron al año siguiente. Su hija Patricia nació en
1952, y su hijo Ronald en 1958.
El amor que unía a Ronald y Nancy Reagan parecía obvio para muchos, pero
no se reveló en toda su magnitud hasta la publicación hace unos años de
un libro de cartas escritas por Reagan a su esposa. Una vez dijo que era
``el individuo más casado del mundo''.
En 1980, Reagan ganó 51 por ciento del voto contra el 41 por ciento de
Carter, y se convirtió en la persona más vieja en haber sido electa
presidente. La presidencia de Reagan casi termina trágicamente el 30 de
marzo de 1981, cuando John Hinckley Jr., un aventurero de 25 años, le
disparó en el pecho. La bala se detuvo a una pulgada del corazón del
presidente.
Algunos momentos de relieve de su presidencia fueron el nombramiento de
la primera mujer al Tribunal Supremo, Sandra Day O'Connor, la anulación
de una huelga de controladores de tráfico aéreo, y la invasión de
Granada en 1983.
Repetidamente retaba al presidente de la Unión Soviética Mijail
Gorbachev a que se le uniera para reducir los arsenales nucleares,
lográndolo eventualmente. La costosísima búsqueda de su escudo de
protección --la Iniciativa de Defensa Estratégica o ``Guerra de las
Galaxias''-- fue disminuida después que él dejara el poder, pero los
analistas le dan el crédito a su cruzada como fundamental para persuadir
a Moscú para poner fin a la Guerra Fría.
El error más grave de Reagan como presidente fue el asunto conocido como
Irán-contra. Involucró repetidas ventas de armas a Irán desde mediados
de 1985 hasta finales de 1986, violando directamente su posición contra
las naciones armamentistas que patrocinaban el terrorismo.
Reagan llevó al Partido Republicano a una época de predominio, y sus
valores conservadores remodelaron la política de EEUU. Los demócratas no
ganaron la presidencia de nuevo hasta que Bill Clinton reformó la
ideología liberal en 1992 con temas reaganianos.
Reagan restauró el poderío y la majestad de la presidencia, y revivió el
espíritu norteamericano con su atrevido optimismo, después de casi 20
años de estupor con la guerra de Vietnam, el escándalo de Watergate y el
estancamiento económico.
''Renovemos nuestra determinación, nuestro coraje y nuestra fuerza'',
dijo en su primer discurso inaugural. ``Y renovemos nuestra fe y nuestra
esperanza. Tenemos todo el derecho a los sueños heroicos''.
Fuente: El Nuevo Herald.
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