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Muere Geladio Grinberg, creador de los relojes
Movado
Por Wilfredo Cancio Isla
Hijo de emigrantes judíos, Grinberg
nació en 1931 en La Habana, donde siendo apenas un adolescente comenzó a
vender relojes con alarma.
Andrew H. Walker/Getty Images
El Nuevo Herald. 6 de enero del 2009. Gedalio Grinberg, el hombre que
comenzó vendiendo modestos relojes con alarma en La Habana de 1946 y
terminó como dueño del exclusivo imperio de los Movado, falleció el
pasado domingo en Nueva York a los 77 años.
Fue un visionario que supo reconocer el futuro de la industria de los
relojes lujosos en Estados Unidos, y potenciar las relaciones entre el
mundo de los negocios y las artes.
''Mi padre fue un gran hombre que tocó muchas vidas mediante su
generosidad como líder de negocios, filántropo y mecenas de las artes'',
dijo su hijo Efraim Grinberg, presidente y principal ejecutivo de Movado
Group, en un comunicado difundido el lunes.
''Su pasión por la industria de los relojes y por nuestro negocio
perdurará''.
La nota agrega que sus herederos continuarán aplicando los conocimientos
y la sabiduría que Grinberg imprimió a su companía desde los inicios y
mantendrán sus empeños por posicionar a Movado Group como un líder de la
industria de los relojes''.
Hijo de emigrantes judíos, Grinberg nació en 1931 en La Habana, donde
siendo apenas un adolescente comenzó a vender relojes con alarma a mitad
del precio tradicional.
Desde entonces no se detuvo como vendedor, distribuidor y fabricante de
la mercancía que lo llevó a la riqueza y a la fama.
Empezó vendiendo por su cuenta entre 30 y 40 relojes mensuales de la
marca Sheffield, con ganancias de entre dos y tres pesos por cada uno,
pero pronto ascendió en el negocio. En virtud de sus especiales dones de
vendedor, la firma Juvenia le entregó relojes a consignación para
distribuir a las joyerías habaneras.
Pero en los años 50 sobrevendría su prestigio como comerciante, bajo la
tutela de Fabián Weiss, el más exitoso distribuidor en Cuba de las
marcas suizas Omega, Edox y Olma.
Tras su viaje de luna de miel a México en 1955, Grinberg regresó a La
Habana con el encargo de distribuir en la isla una nueva marca suiza:
Piaget, bajo el patronazgo de la firma Omega.
Eran sus momentos de esplendor cuando la revolución de Fidel Castro
llegó al poder. Sometido a interrrogatorios policiales tras un encuentro
con un negociante estadounidense, Grinberg decidió que no había nada más
que hacer en Cuba y marchó con su familia al exilio, el 16 de agosto de
1960.
En Miami vivió en un pequeño apartamento y se ganó la vida vendiendo
carne para los hogares de emigrados cubanos, hasta que se reconectó con
antiguos socios y se fue a Nueva York a reiniciar su carrera como
distribuidor de los relojes Piaget para el mercado estadounidense.
Lo demás es historia. Su compañía North American Watch terminó
adquiriendo otros negocios de la industria de relojes hasta apoderarse
del emporio en 1983, convirtiéndola en una corporación de $300 millones.
Fue amigo de Andy Wahrhol, quien le inspiró una edición de relojes
Movado, diseñados por prominentes artistas. Se codeó con las más
importantes personalidades mundiales, desde presidentes a grandes
figuras del arte, pero nunca olvidó sus orígenes de comerciante humilde.
''Este es el mejor país del mundo'', declaró Grinberg en una entrevista
con la cadena CNN hace pocos años. ''Aquí yo soy un cubano de origen
judío, que habla el inglés con acento, pero nunca me he sentido un
extranjero. Esta es una nación de oportunidades, y lo que me sucedió a
mí aquí no podría haberme ocurrido en otro lugar del mundo''.
A Grinberg lo sobreviven su esposa Sonia, tres hijos y seis nietos.
Fuente: © 2009 El Nuevo Herald.
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