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Venezuela: La Próxima Jugada.
Por el General Rafael del Pino y Díaz *

Fidel Castro presidió la ceremonia de graduación de una promoción de militares venezolanos de la Escuela Superior del Ejército "Libertador Simón Bolívar", que lo habían elegido como padrino de graduación.


"Para Cuba es un gran honor, un verdadero privilegio, la decisión de ustedes de realizar este acto en nuestro país", afirmó durante la ceremonia, celebrada a principios de agosto en la sede del Consejo de Estado, en La Habana, según informó el diario oficial Granma.

Luego le entregó la Medalla Fraternidad Combativa y el título que los acredita como oficiales a los 74 militares. Además, obsequió al general Eduardo Antonio Centeno Mena, director de la institución castrense, una réplica del "Granma", gesto retribuido con un submarino en miniatura de la Armada venezolana y dos bastones de mando.

Hace unos tres años me atreví a describir en "Como te paga un dictador"   (www.cubafar.com ) la probable conducta inicial a adoptar por el gobierno de Hugo Chávez. No fue un ejercicio en vano. Desgraciadamente compruebo ahora que mis vaticinios, como productos de mi experiencia en una situación semejante, se han cumplido.


Todo este trajín de la oficialidad venezolana visitando Cuba, los buques de guerra en visitas amistosas, los grupos de pilotos "intercambiando experiencias" y lo que falta por ver es solo una repetición de una vieja película de los años 70, un re-run como le dirían en Hollywood. Cambian sólo nombres de Generales y de navíos. En aquella oportunidad fue el Buque Escuela de la Armada chilena "Esmeralda" en esta oportunidad es el "Goajira" T-63. Probablemente los guiones del show cambien poco. Micrófonos por doquier en las habitaciones que se hospedan para saber que hablan entre sí, visitas a instituciones militares vitrina, pioneritos dándoles vivas y poniéndole pañueletas, cantándole himnos de seremos como el Che y por supuesto no faltaran las noches de Tropicana con sus mulatas de fuego y los ríos de ron para que suelten las lenguas.

¿Exagero?


Bueno, déjenme comenzar con el grupo que visitó Cuba encabezado por el General chileno Anaya Castro en 1972. Mas de cuarenta altos oficiales enviados por Salvador Allende para poder nosotros lavarles el cerebro en Cuba. La flor y nata del anticomunismo de las Fuerzas Armadas chilenas llegó en aquel avión. Entre ellos nada menos que el Coronel Roberto Souper el famoso jefe del regimiento de tanques de Santiago de Chile que se lanzó contra La Moneda el 29 de junio de 1973 protagonizando lo que se conoció como "El Tancazo" tres meses antes de que Pinochet se decidiera cortar por lo sano.

¿No dicen que una imagen vale mil palabras? Pues veamos esta interesante foto.



De izquierda a derecha el General Arnaldo Ochoa, el General Senén Casas, Fidel Castro, el autor de este artículo General Rafael del Pino, el General Chileno Anaya Castro y Victor Drake el jefe de la Dirección Política del MINFAR en aquella época. El oficial entre Fidel Castro y el Gral. del Pino es el Coronel chileno Roberto Souper, quien posteriormente desempeñara un papel importante en la toma del Palacio de la Moneda.

De izquierda a derecha de cuerpo completo el General Arnaldo Ochoa que todos conocemos como terminó fusilado por Castro, el también difunto General Senén Casas, Fidel Castro, el autor de este articulo General Rafael del Pino, el General Chileno Anaya Castro y Victor Drake el jefe de la Dirección Política del MINFAR en aquella época. Ahora fíjense bien en el rostro de otro oficial entre Castro y yo. Ese, es el famoso Coronel Roberto Souper, el hombre del "Tancazo" Pero, ¿qué hacia este alto oficial chileno en medio de estas importantes maniobras del ejercito cubano en el extremo occidental de la isla de Cuba?


Simplemente, enviado por Allende para ser "salvado" por nosotros. Habíamos preparado unas maniobras sin precedentes al costo de varios millones de dólares para impresionar a los militares chilenos. Solo la perdida del MIG-21PFM tripulado por el Capitán Evelio Bravo Martín se llevó un millón y medio de billetes verdes.

¿Valía la pena el desbordante derroche de estas maniobras y la presencia constante de Fidel como anfitrión en una delegación militar que no tenia ningún nivel de visita de Estado? ¿Sirvió de algo la conversación de mas de cuatro horas que Roberto Souper tuvo que aguantarle al máximo líder toda una madrugada destapando ni se sabe cuantas botellas de vino?


Quedó claro después que el Coronel Souper fue quien trajinó al comandante en aquella ocasión prometiéndole apoyar a Allende para después hacer todo lo contrario lanzándose a los pocos meses con su regimiento de tanques sobre el Palacio de la Moneda.


Recuerdo que el corretaje fue tremendo en Cuba. A revisar las grabaciones ocultas que se hicieron de todos estos oficiales en sus habitaciones del antiguo hotel Habana Hilton, a llamar a las mulatas de Tropicana que tiraron sus bailecitos con los agraciados, a revisar los informes rendidos por los oficiales cubanos encargados de adoctrinar a la oficialidad chilena. Y por último la inquisición: ¡Que me los traigan que quiero hablar con todos ellos!


Pobre general López Cuba encargado de atender directamente a Roberto Souper. Le cayó arriba un bombardeo más grande que el que le cayó en los combates de Bahía de Cochinos.


¡Comemierda, como no te diste cuenta lo que tenia en mente ese hijo de puta! Tronó la voz de Fidel en el salón de reuniones del cuarto piso del MINFAR.


Los adoctrinadores estábamos todos con el rabo entre las patas. Por suerte para mi los Coroneles Jaime Stay y Jorge Vargas que me tocó atender aquellos días no participaron en el Tancazo. Meses después cuando le entraron a bombazos a La Moneda ya se sabia que todo estaba perdido en Chile y la reacción fue menos violenta contra nosotros.


Los primeros años de esa década del 70 fueron de una febril actividad por parte de Castro en su propósito de penetrar ideológicamente al estamento militar latinoamericano.


Con los militares peruanos se siguió un patrón similar que con los chilenos. A los que nos toco tomar parte en la ejecución de sus planes lo mismo se nos veía llevando en un vuelo especial al General Leonidas Rodríguez a Panamá para entrevistarse con Torrijos, que acompañando al Primer Ministro General Mercado Jarrín a una velada en Tropicana o montándome en un avión MIG-21 de dos plazas para llevar de paseo al Coronel Cesar Enrico Praeli posible candidato a General y Jefe de la Fuerza Aérea Peruana según los propios cálculos de Castro. Para los que a veces menosprecian la intuición del gobernante cubano valga decir que 10 años después de su predicción el Coronel Cesar Enrico Praeli no era solamente General del Aire sino Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Peruanas.


Después del revés sufrido en Chile y mas tarde el golpe de perder sus esperanzas con Perú al verse traicionado por el General Morales Bermúdez quien entrega el poder a los civiles en contra de sus consejos, Castro continua su febril actividad de levantar un bastión en tierra firme del continente. Los Sandinistas le dan esa oportunidad y Nicaragua se convierte en punto central de la guerra fría en el continente hasta que el rechazo del pueblo nicaragüense a la desastrosa política colectivista de los Sandinistas dio al traste con el régimen de los hermanos Ortega.


He tratado de sintetizar lo mayor posible para no hacer este trabajo tan extenso que los haga perder el interés de una cuestión tan sensible e importante como los sueños napoleónicos de Fidel Castro. Voy a excluir por lo tanto el conocido papelazo que sufrió el dictador caribeño en Granada con la rendición a las tropas norteamericanas de cientos de combatientes cubanos y otras aventurillas locas que condujo en la región como la que ocasionó la muerte del aguerrido combatiente dominicano Coronel Francisco Caamaño Deñó en febrero de 1973. Lo hago en aras de dedicar el centro del análisis a la obsesión casi enfermiza que desde el propio año 1959 desarrolló el comandante cubano por Venezuela. ¿Casualidad? En la mente de Castro no hay espacio a la casualidad. La casualidad es un lujo que no es aceptable para el gobernante cubano. Solo la planificación meticulosa, fría y calculadora puede dar la victoria y hay de quien ose salirse de ella.


En los casos de Chile, Perú, Panamá, Nicaragua o Granada existía el precedente de consenso por parte de los gobernantes de esos países para la intervención y presencia cubana en sus asuntos internos pero las invasiones llevadas a cabo contra Venezuela por parte de los mas aguerridos e importantes Generales cubanos como Arnaldo Ochoa, Raúl Menéndez Tomasevich, Ulises Rosales del Toro y hasta el guardaespaldas personal de Fidel Castro Antonio Briones Montoto muerto en combate en el desembarco por Machurucuto el 8 de Mayo de 1967 apuntaban a que Venezuela era la plaza por excelencia para llevar a cabo el plan continental de conquista.

Ni siguiera la aventura del Che en Bolivia pudo contar con ningún general cubano del calibre y la talla de los Ochoa, Tomasevich o Rosales. ¿Razones? Múltiples. El episodio de Bolivia fue una de esas oportunidades que le encantan al Comandante para matar dos pájaros de un tiro. Su primer propósito crear un objetivo diversionista. Esta es una estrategia muy usada en el arte militar donde se trata de confundir al enemigo haciéndole creer que esa es la dirección principal por donde vienen los tiros. En la primera guerra del golfo el jefe de la coalición de tropas aliadas general Norman Schwarzkopf simuló todo un desembarco anfibio por las costas de Kuwait para confundir a las tropas de Saddan Hussein mientras el grueso de las fuerzas irrumpían desde la frontera de Arabia Saudita y cortaban al ejercito Iraqui en dos desguasándolos mas tarde.


El segundo objetivo del episodio de Bolivia fue por supuesto deshacerse del otro caudillo iluminado. No hay cabida bajo un mismo techo para dos caudillos iluminados. Mucho menos en un proyecto continental tan bien planeado por Fidel Castro. Por lo tanto el caudillo que pretendió convertir a cada cubano en un hombre nuevo, en una especie de San Francisco de Asís de la Revolución debía ser sacrificado. Alfil por peón para allanar el camino al jaque.


Pero volvamos a Venezuela. ¿Por qué precisamente Venezuela? ¿Porque no, digamos Brasil donde existían selvas majestuosas excelentes para desarrollar las teorías del foco guerrillero? ¿Porque no Guyana? ¿Por qué no Costa Rica, Guatemala, Belice o hasta el propio México que están tan cerca de las costas cubanas? Estoy hablando de invasión de la flor y nata de generales cubanos no de los focos guerrilleros que proliferaron en otros países como Colombia donde solo se apoyó con entrenamiento y armas.


Sencillamente por la misma razón que fue Angola el único país africano que tuvo que soportar un ejército de ocupación de mas de 50,000 cubanos durante 15 años. Las aventurillas del Congo, de Guinea, de Argelia, de Yemen eran como Bolivia, simplemente acciones diversioncitas. A mi me llamó mucho la atención una reunión que sostuvimos el General Colomé Ibarra y yo con Samora Machel en Maputo a solicitud del presidente Mozambiqueño a principios de 1978.


Samora Machel había solicitado a Fidel Castro la presencia de tropas cubanas en su territorio para defenderse de una posible agresión de África del Sur. Por aquellos días el gobierno racista de Rodesia, hoy Zimbabwe, había ejecutado innumerables acciones de ataque a campamentos del ZANU en territorio de Mozambique y Samora pedía a gritos ayuda incluyendo pilotos para que le volaran varios escuadrones de MIG que los soviéticos le habían suministrado.


Hasta que despegamos de la Habana en el vuelo de Aeroflot yo pensé que se trataba de una visita seria, pero ya en el propio vuelo Colomé se encargó de hacerme comprender que era una visita para cubrir las formas. Que Samora viera que el Comandante atendía sus preocupaciones, pero que en realidad no se concretaría nada.


Dije inicialmente que me llamó la atención esta reunión con el presidente de Mozambique y su Estado Mayor porque en realidad si la misión nuestra en África según Fidel Castro era proteger a los africanos de las agresiones de los racistas surafricanos. Mozambique estaba siendo atacado constantemente por los rodesianos, poseía una frontera totalmente vulnerable con Sudáfrica e indudablemente estaban mucho mas indefensos que Angola.


¿Porque Angola sí y Mozambique no? Por lo mismo que Venezuela sí y Brasil no. Por un solo denominador común que lleva el nombre de Petróleo.


Quizás alguien pueda preguntar, bueno, ¿y Etiopía que?


Etiopía fue una de las grandes palas de la guerra en África. Digo pala porque hasta unos meses antes del enfrentamiento las tropas somalíes eran asesoradas por los cubanos. Sabíamos perfectamente la composición de sus unidades, las posibilidades combativas, sus puntos débiles, sus reservas de proyectiles, los defectos de sus jefes, en fin no tenían la mas remota posibilidad de aguantar nuestro arrolladora maquinaria militar suministrada por los soviéticos y nos daban en bandeja de plata la oportunidad de dejar boquiabiertos a todo el tercer mundo.


El conflicto Etiope-Somalí era una bronca ancestral entre ambos países que no tenía nada que ver con nosotros. Pero nos hacía falta un gran show. Un espectáculo que al mismo tiempo que embarcara a los soviéticos en la aventura africana le demostrara a ese complejo mundo africano la invencibilidad de la maquinaria bélica cubana. Todo se preparó tras bambalinas y el show se dio de acuerdo al guión. Hasta los soviéticos se tragaron la píldora y como siempre la prensa sensacionalista occidental sacó de proporciones la breve campaña del Ogaden. Al igual que Herbert Mattews en la Sierra Maestra 20 años antes esa prensa servía nuevamente para allanar el camino a la idea estratégica de Castro.


Necesariamente tenemos que referirnos a varios de estos episodios paralelos porque ellos nos ayudan a atar cabos que de alguna manera se nos pueden quedar sueltos.

Ya sabemos que los objetivos de Venezuela y Angola tienen un denominador común que es el petróleo. Pero, ¿no tenía Castro todo el petróleo que quisiera por parte de los soviéticos?


No exactamente. A partir de la Crisis de los Mísiles Nucleares de 1962 en que Krushov pacta con Kennedy ignorando totalmente a Castro las relaciones con el gobierno soviético comenzaron a deteriorarse a un ritmo muy rápido llegando a su punto mas bajo precisamente cuando Castro traza su estrategia de invadir Venezuela y apoyar a todos los movimientos guerrilleros que allí luchaban por el poder.

¿Coincidencia? Hemos visto que la coincidencia y la casualidad no existen en el diccionario de Fidel Castro. Para esa fecha las presiones de los soviéticos por controlar todo en Cuba llegaron al punto que la aviación completa de combate tuvo que ser paralizada con una medida muy simple. Los neumáticos de repuesto de los MIG dejaron de entrar y los aviones sin neumáticos no vuelan. Por su parte el Che en su función también de caudillo iluminado lanza en Argelia la teoría de los dos imperialismos echándole mas leña al fuego a las ya deterioradas relaciones con el Kremlin, los embarques de petróleo comenzaron a atrasarse, las piezas de repuesto para la tecnología soviética también empezaron a escasear. Y para mayor desgracia los reveses sufridos por los cubanos que invadieron Venezuela eran cada vez mayores. Las rencillas y antagonismos con los nacionales venezolanos que mostraban independencia de criterios se hicieron más agudos y todo parecía que se hundía hasta que una coyuntura mundial le proporciona a Fidel Castro la toalla salvadora. Las tropas soviéticas invaden Checoslovaquia en 1968 y el apoyo irrestricto de Fidel Castro a aquel crimen tan horrendo le volvió a ganar la confianza del Kremlin.


El apoyo a la invasión de Checoslovaquia proporciona un breve respiro para poder cicatrizar las heridas de la derrota en Venezuela. No hubo que esperar mucho, los militares portugueses de la Revolución de los claveles en 1974 abren nuevamente la oportunidad dorada. Al año siguiente nuestras tropas estaban protegiendo los yacimientos de petróleo de Cabinda e irónicamente nuestro ejercito "comunista" garantizando la seguridad de todas las compañías "imperialistas" y sus empleados radicados en el enclave. No fue ninguna casualidad que los primeros y más aguerridos contingentes de militares cubanos llegaran a Cabinda a través de Punta Negra en el Congo antes de los contingentes que rechazaron los ataques de Luanda. La capital podía perderse. Lo que no podía perderse era Cabinda.


Durante la invasión y ocupación de Angola por mas de 14 años no fue necesario el empleo abierto de ese petróleo. El suministro soviético estaba garantizado y Angola quedaba como un "sidepocketing" como le dicen algunos gringos a cualquier reserva de emergencia. Los cubanos le llamamos "por si las moscas".


Castro desde muy temprano aprendió algo muy importante y es que sólo con la subvención total de un proyecto social ya sea por una potencia mundial que asuma esa responsabilidad como ocurrió con la extinta URSS o por los recursos financieros que emanan de la riqueza natural mas importante del planeta es posible quebrar la voluntad de las personas y convertir a pueblos enteros en parásitos del Estado.


No fue sólo la famosa frase de "Condenadme no importa la Historia me absolverá", la otra lección aprendida por Castro copiando la frase de Adolfo Hitler en el proceso de Munich en Noviembre de 192: "Los jueces de este Estado pueden tranquilamente condenarnos por nuestro proceder. La historia, como diosa de una verdad superior y de un derecho mejor, ella, sin embargo, alguna vez, sonriente, romperá en pedazos esta sentencia para absolvernos a todos de culpa y expiación".


Y no es tampoco extraña coincidencia que el Putsh de Munich en 1923, el Moncada de 1953 y el de Venezuela el 4 de febrero de 1992 sean tan similares.

Por el Mein Kampf Castro aprendió también que el fascismo puede llegar al poder por las urnas y mantenerse a base de chovinismo. Todo lo que se necesita es suficientes recursos para apretar la tuerca de forma tal que la rosca no violente los niveles de supervivencia ni proporcione demasiado espacio para que se acumulen pensamientos empresariales malsanos que puedan dar cabida a ideas independientes del poder totalitario.

Venezuela es el terreno perfecto para el experimento. Por una parte 90,000 barriles de petróleo diarios a 62 dólares el barril como cerró en el mercado en el día de hoy representan cinco millones y medio de dólares que cada mañana entran a las arcas de Fidel Castro para sostener la madriguera del proyecto. Eso es suficiente para darle un poco de energía eléctrica a la población, venderles algunas ollas de presión y de paso permitirles comprar un poco de chocolate en polvo.

Garantizado el puesto de mando y control en la mayor de las antillas se puede entonces continuar por el camino de la "Liberación" del continente.

Pero, ¿No se decía que no pueden haber dos caudillos iluminados bajo un mismo techo?

Y ¿quien ha dicho que aquí hay dos caudillos iluminados? Hay solo uno. El señor presidente de Venezuela es un aprendiz que hace todo lo que puede por parecerse a su maestro. Ojalá pueda dedicar unos minutos a leer estas cortas memorias y a reflexionar hasta que abismo puede conducir a su país.

Pero continuemos con la estrategia de "Liberación" del continente. Por lo pronto ya se tienen los petrodólares que garantizan prescindir de esa clase empresarial que tiende a ser tan "atravesada" de los grandes proyectos. Ya se puede ir equiparando a todos los venezolanos a un nivel aceptable de miseria donde puedan comer, vestirse, curarlos y por supuesto muy pronto brindarles también gratis el entierro como en Cuba. Ah, pero nada de esto se puede hacer sin disponer de una buena cantidad de esos petrodólares para crear un estamento militar y burocrático que aplaste cualquier incomprensible inconformidad con tan altruista idea.

Aquí entra a jugar su importante papel el verdadero caudillo iluminado


-Hugo, mándamelos por grupos de las diferentes ramas de la FAN, yo me encargo de pasarlos por el filtro y después decirte quien es buen candidato y quien no. Quien se merece tu beneplácito y a quien tienes que darle una patada por el trasero. Yo tengo buena experiencia en estos trajines y puedes tener la completa seguridad que esta vez no me va a ocurrir lo que me pasó con el Coronel Roberto Souper.


Ah y de paso ve desapareciendo todos esos archivos con los nombres de los militares venezolanos que cayeron por enfrentarse a nuestros heroicos internacionalistas. Con Ochoa y Tomasevich no hay que preocuparse pues los tengo tres varas bajo tierra pero el diablo son las cosas y no vaya a ser que mi ministro del azúcar el General Ulises Rosales del Toro tenga que hacerles una visita de ayuda a la industria azucarera y algunos de los familiares de esos muertos se pongan pesados. No te confíes que la lista no es corta. Desde los primeros caídos como el SubTte Abelardo Estrada Vale hasta los Capitanes Ernesto Báez Gonzáles y Jesús Eduardo Ávila Paoli hay unas cuantas docenas de oficiales sin contar los soldados que cayeron frente a nuestros gloriosos internacionalistas.

Pero para ir al seguro manda a alguna de mi gente que te cuida para que desaparezca el Cuadro de Honor levantado entre un roble y un samán en el patio de ejercicios de la Academia Militar de Venezuela donde aparece los nombres de toda esa gente. Apúrate Hugo que cambiar la historia no es fácil y toma tiempo.


Señor presidente de Venezuela tire una mirada a esos cerros que rodean a Caracas y piense por un momento lo que usted podría hacer por esos infelices con los cinco millones y medio de dólares que usted pone diariamente en las arcas de Fidel Castro. Aunque ya no pueda recuperar jamás esas exorbitantes cifras, rectificar es de sabio, y el pueblo de Venezuela se merece un destino mejor.

Señor Presidente de Venezuela le recomiendo también cuando tenga una oportunidad que le pregunte al Presidente de Angola José Eduardo Dos Santos lo que significa un ejército extranjero ocupando prácticamente el país, sin poder decidir cuándo decirles que se vayan. Averigüe como comenzó aquella pesadilla con algunos instructores cubanos, algunas graduaciones de angolanos como ésta que acaba de tener lugar con oficiales venezolanos. Todo empieza como algo simbólico, como algo muy sano, como una "ayuda fraternal internacionalista" y se termina con regimientos blindados rugiendo por autopistas y carreteras. Agustino Neto cruzó esa línea maldita que separa el camino empedrado de las buenas intenciones con el infierno. Cuando quiso dar marcha atrás murió inexplicablemente en un salón de operaciones de Moscú. Si usted cruza también esa línea y después se arrepiente no cometa el mismo error. Ya sea un catarro o una apendicitis, viaje a Houston y atiéndase en la Clínica de los Hermanos Mayo, antes de viajar al CIMEQ. Nadie sabe cuando la picada de un misterioso mosquito puede transformar una simple gripe en una mortal neumonía.

Cuando leía la noticia de los agasajos de Fidel Castro a los oficiales venezolanos graduados me vino necesariamente a la mente la noche en que despidió también en el Palacio Presidencial a los oficiales chilenos. Cada uno de ellos obtuvo también su réplica del yate Granma, pero fue más lejos y a cada uno se le obsequió con un fusil AK-47 dedicado con una placa de oro grabada en el culatín con el nombre y la firma de Fidel Castro. Sabemos que Allende se suicidó con uno similar que le regaló Fidel. Sería interesante saber si el Coronel Roberto Souper llevaba el suyo el día del Tancazo.



* El General Rafael del Pino y Díaz es el militar de más alta graduación que haya escapado de Cuba para buscar asilo en el exterior.


Fuente: La Nueva Cuba
Agosto 13, 2005