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Artículos
Chávez aplica el Método Mao para controlar todo
el poder
Por Oscar Yánez
Oscar Yánes da la clave
Si algún periodista venezolano merece calificativos tan honrosos como
los de "maestro" y "Veterano", ese es Oscar Yanes. Reportero de pezuña
desde sus dieciséis años, experto en la fuente de sucesos primero y en
la política después, virtuoso del reportaje, eficaz director de diarios
y revistas, recorrió la escala profesional hasta convertirse en
Secretario General de la Cadena Capriles en vida de su exigente fundador,
el inigualado editor Miguel Ángel Capriles Ayala. Luego, Yanes fue
estrella en la televisión, dominó el mundo de la radio y publicó libros
que dan a las nuevas generaciones una imagen fiel de lo que fueron
Caracas y Venezuela en las décadas transcurridas hasta la caída de la
dictadura perezjimenista. Su paso por la política fue también exitoso,
pero no esencial, como suele ocurrir con el periodista a quien la
inquietud por mirar todo mete en los vericuetos de la oposición y el
poder.
A sus 77 años saludables, vigorosos y lúcidos, Oscar Yanes tiene
perspectiva para evaluar con autoridad lo que está pasando en Venezuela.
Su interpretación es que aquí se están aplicando los procedimientos
recomendados y utilizados por Mao Tse Tung para controlar una sociedad
esencialmente corrompida. De eso trata el texto suyo que nos entregó
para su publicación.
Rafael Poleo.
Permitir que los militares roben en el gobierno y puedan hacer toda
clase de negocios lícitos e ilícitos fue la doctrina política lanzada
desde la Unión Soviética en la década del treinta, con el respaldo de
los jefes rojos más importantes del mundo. Esta posición oficial de
comunismo internacional iba a ser discutida en el Séptimo Congreso
Internacional Comunista, pero este se suspendió. "Llegaron los delegados
de los puntos más alejados del orbe y solamente los europeos alcanzaron
a recibir la notificación del aplazamiento. Asiáticos y latinoamericanos
celebraron conferencias secretas en Moscú y en ella participaron los más
altos dirigentes de los partidos comunistas. El punto central fue la
ponencia de Mao Tse Tung oficialmente bautizada con el nombre de "El
Camino de Yenan".
La ambición de los políticos
En la reunión con los líderes latinoamericanos Mao explicó lo siguiente:
"La clave fundamental del Camino de Yenan reside en que nuestra labor no
se desarrolla pensando exclusivamente en términos proletarios, o sea
tomando en cuenta únicamente a la clase obrera. De acuerdo con la
llamada Táctica de Yenan pensamos en términos mucho más amplios, que
abarcan a otros sectores sociales y que comprenden a otras clases. El
arma secreta nuestra es la ambición de millares y millares de políticos
de todo tamaño, salidos de la pequeña burguesía rural y urbana, que no
logran escalar posiciones importantes, no tanto de acuerdo con sus
méritos, sino de acuerdo con sus ambiciones. Si nosotros, con las
grandes o pequeñas fuerzas de que podamos disponer, ofrecemos nuestro
apoyo a esos políticos, ellos vendrán hacia nuestro campo, no como
militantes afiliados al partido, que a ellos no les conviene, ni a
nosotros tampoco, sino como servidores. Servidores de conveniencia. Les
dará provecho servirnos; nosotros les retribuiremos siempre mucho mejor
que sus partidos propios o los sectores en los cuales ellos actúen y
absurdo sería que luego pretendiéramos fiscalizar sus manos, poner
cierres en sus bolsillos o diques en su codicia."
"Si lo hiciésemos ingenuamente, de inmediato se volverían contra
nosotros y harían lo posible para aplastarnos. Esto sucedió con Chiang
Kai Shek en 1927... quisimos hacer de moralistas y Chiang lanzó toda su
potencia contra nosotros."
"Ahora —añadió— -hay que estar claro en lo siguiente: cualquiera persona
que recibe nuestro apoyo y que no cumpla sus promesas, debe ser
convertida en blanco de un ataque frontal, de ferocidad despiadada. Es
suficiente que hagamos al escarmiento con uno: basta que se convenzan de
que tenemos capacidad para cerrarle el camino a alguien y de convertirlo
mediante nuestra campaña pertinaz en un verdadero palo de gallinero, que
no haya por donde tomarlo para que los demás se dejen ganar por el miedo".
— "El pequeño burgués ambicioso, —prosiguió— tomado por la fiebre de la
codicia, siente una angustia envenenada en cuanto nosotros le golpeamos
con tenacidad. Hay que inventarle todo: hay que dejarle en la miseria
moral, hay que vapulearle con todas las armas; que no quede al final
sino un miserable guiñapo arrollado y amasado en su propia mugre en esa
porquería en que hayamos fabricado especialmente para él".
¿Qué debe hacer la oposición?
Como reportero viejo me he limitado a presentar la exposición de Mao Tse
Tung ante los representantes de los partidos comunistas de América
Latina, sin agregarle ni quitarle concepto alguno, con la finalidad de
que el lector piense que es muy difícil casi imposible derrotar "la
democracia totalitaria" que tenemos, con las clásicas armas utilizadas
en los países auténticamente democráticos. "El camino de Yenan" no es
una utopía: se está aplicando en Venezuela al pié de la letra. Es una
película de suspenso en donde la situación no es una coincidencia, sino
una espantosa realidad.
Eudocio Ravines, fundador del Partido
Comunista del Perú, describió en detalle
la sesión en la que Mao aconsejo a los
delegados latinoamericanos.
El Camino de Yenan, se hizo publico cuando el fundador del
partido comunista del Perú, Eudocio Ravines, miembro de la cúpula
internacional roja, con sede en Moscú, ex-comisario político del Kremlin
durante la guerra civil española en donde su misión era "limpiar las
filas republicanas de la basura capitalista", abandonó las filas
comunistas y comenzó un largo peregrinaje "para que la gente abra los
ojos". En 1952 publicó en inglés su libro más famoso: THE YENAN WAY,
editado lúego en la versión española con el título de LA GRAN ESTAFA. De
allí hemos copiado textualmente la tesis de Mao que se está aplicando en
Venezuela.
La apreciación más grave y ojalá quienes tienen la responsabilidad de
comandar la oposición recuerden de día y de noche que no se trata "de
cambiar de gobierno porque Chávez es loco", o porque "cree en la
reencarnación y está seguro de que es Bolívar".
Todo esto es muy grave, pero más grave es que siguiendo los principios
de Mao aquí se está cambiando "la naturaleza" del venezolano. Se está "fabricando"
un venezolano distinto con todos los defectos del caliente caribe, pero
sin las virtudes. ¿Qué debemos hacer? Ya está demostrado que esto no cae
ni con marchas, ni con huelgas impulsivas. No se le puede aplicar al
peleador sucio las reglas británicas del boxeo. - Algunos consejos
pudieran ser: no confiar en que la liberación "vendrá de afuera"; buscar
urgentemente un jefe con nombre y apellido y sin "rabo de paja"; desatar
la guerra psicológica contra el régimen. Recordar día y noche a la
opinión publica que "el gobierno tiene también al enemigo adentro"; no
repetir las mismas frases y palabras que Chávez pronuncia. Para la
oposición no deben existir vocablos como "virtual", "mediático", "escuálido",
"oligarca", "emblemático", especialmente aquello de "conspiración
mediática". Desaparecer su nombre y llamarlo simplemente autócrata o el
inquilino de Miraflores.
"El poder y el fusil"
Hay que repetirle a los miembros del gobierno desde los "secretarios de
confianza" que están como "caimán en boca de caño" poniéndole piedras al
jefe, para "serrucharle el puesto" hasta al vicepresidente de la
república, que "estar con Chávez es venderle al alma al diablo". No
podrás reivindicarte nunca, porque el diablo sabe cobrar. Y tus hijos y
nietos sufrirán las consecuencias.
Y no olvidar que la etapa más peligrosa de toda la historia venezolana
es la triste realidad de "estar en el camino de Yenan", en donde según
propias palabras de Mao en la conferencia secreta de Moscú:
"Tenemos que usar los procedimientos que ya dije con los políticos
postergados, con los abogados hundidos en la estrechez económica, con
los doctores que no han logrado sobresalir y que chapotean en la
mediocridad o en el fracaso. Y éste procedimiento es eficaz, porque nos
dio resultados en las esferas del ejército chino, tanto en las medianas
como en las superiores, porque allí la ambición y la corrupción son los
distintivos del oficial que pasa a ser jefe".
Y tener presente la sentencia de Mao que le dio la vuelta al mundo hace
más de 60 años:
"El poder político brota del cañón de un fusil. Nuestro principio es que
el Partido gobierne al fusil y que no debe permitirse que éste gobierne
al Partido, pero también es cierto que el ejército ha montado una
poderosa organización del Partido en la China del Norte. Todo lo que hay
en Yenan ha sido creado por medio del fusil. Quien quiera empuñar el
poder político del Estado y conservarlo, debe disponer de un ejército
fuerte".
La corrupción militar
—"Nosotros —siguió hablando Mao— hemos conquistado por este camino a
centenares de oficiales del Ejército de Chiang Kai Shek. El militar
chino es ambicioso; tiene hambre de poder —que no tiene el militar
europeo— y sed de riquezas, de comodidad, de lujo... Me dicen que ocurre
lo mismo con los militares de América Latina. No sé si es verdad.
Ustedes me dirán. Hay Generales del ejército de Chiang que son
provincianos pobres y oscuros. De haber ingresado al ejército habrían
quedado como escribientes de juzgados, como propietarios de piara de
mulas, como maestros de escuelas rurales a lo sumo. En cambio por la vía
militar llegaron a Generales, y en tal categoría lo único que anhelan ya,
es salir de su condición económica mediocre, de su ubicación social
inferior, a la de hombres ricos, a la de personajes poderosos y
afortunados".
"Sirviendo las ambiciones de estos Generales, muchas veces poniéndonos
al servicio de estos Señores de la Guerra, hemos obtenido ventajas y
posiciones que no habríamos ganado mediante la lucha. No siempre la
lucha de masas conduce a la victoria política; a menudo estos
procedimientos que, a veces, parecen de serpiente, otorgan mejores y más
duraderos triunfos. El talento está en saber aprovecharlos".
Mao se puso de pié, y recomendó lo siguiente:
—"El más grande talento de este trabajo es procurar siempre, no hacer
causa común con el que cae. No defender jamás al que no tiene fuerza
aunque tenga razón. No atacar al que roba al Erario; si ese que pilla es
dueño de una gran fortaleza, puede triturarnos, y no hay necesidad de
ser mártires".
—"Nuestra experiencia, —siguió hablando— la experiencia del Camino de
Yenan, es que los elementos tales como los doctores, generales,
dentistas, comandantes, abogados, que carecen de fortuna, no aman el
poder por el poder mismo —mucho menos para hacerle bien a alguien— sino
que les seduce la captura del poder para hacerse ricos".
Un testigo presencial de la exposición de Mao ante el Komintern escribió;
"Mao hizo una pausa, dio unos pasos hacia el centro de la habitación y
riendo exclamó:
"Llegan al poder y empiezan a clamar como Napoleón: dinero, dinero,
todavía más dinero. Pero si nosotros ayudamos a estos elementos, si los
ayudamos a encumbrarse, si les servimos de escalera, porque ello nos da
provecho, es estúpido perseguirlos por sus delitos".
La vida en yenan
Yenan fue la capital de la China Roja durante toda la guerra civil
cuando existían zonas nacionalistas con Chiang Kai Shek y provincias
rojas gobernadas por Mao.
Yenan, según los reporteros de aquella época era una ciudad como la de
los Pica Piedras. Mao vivió allí por más de doce años hasta que logró la
victoria final y pasó a ser el Emperador Rojo.
Para llegar a Yenan "el grueso de la Marcha dirigido por Mao, fue
ametrallado y bombardeado durante trescientos sesenta y ocho días". "La
distancia recorrida —señala el reportero, novelista e historiador George
Paloczi— fue algo así como la que va de México a Alaska. Cruzaron
dieciocho cordilleras, veinticuatro ríos, varios desiertos y raro fue el
día en que no hubieran de sostener una o dos escaramuzas. Las tropas
cubrieron unas seis mil millas a pie. Atravesaron doce provincias. De
los cien mil hombres de la columna de Mao, ochenta mil sucumbieron."
Yenan era la ciudad de las cavernas. Todos vivían en cuevas y un
observador escribió que "se convirtió en una ciudad troglodítica a
pruebas de bombas".
Los japoneses pulverizaron la ciudad, pero cada quien siguió viviendo en
su cueva.
Mao para demostrar que "la naturaleza humana puede ser cambiada" hizo
obligatorio para todas las mujeres LOS TRES NO NOS IMPORTA: "No nos
importa lavar la ropa sucia y hacer trabajos molestos. No nos importa
remendar las ropas gastadas. No nos importa trabajar día y noche". Se
les enseñó a las damas que "las mujeres no pueden estar pensando todo el
día en vestirse con nuevas ropas y maquillarse". Y "en las comunas es
mejor vivir todas en la misma habitación".
El dirigente político de la oposición tiene hoy una inmensa
responsabilidad: se convierte en chavista ad honorem, si vive pensando
en el cargo que le espera en el gobierno cuando Chávez se vaya.
La ansiedad por "un cambur", como bautizaban antes a los cargos públicos,
no sólo es pavosa sino que termina convirtiéndote en jala bola.
Todos los días antes de acostarse después de rezar (si acaso rezas) es
bueno que te preguntes: ¿Qué he hecho yo hoy para salvar a Venezuela?
¿Quiénes se venderán al gobierno?
De acuerdo con los documentos históricos escritos por el propio Mao y
las revelaciones de Eudocio Ravines, en 1952 en su libro "THE YENAN WAY"
quien escuchó del propio Emperador Rojo sus experiencias para controlar
el poder, es evidente que en Venezuela Chávez está siguiendo los pasos
de la senda china, "el camino de Yenan". Aquí no hay coincidencia, sino
una peligrosa realidad. Por lo tanto la oposición debe prepararse para
el próximo paso que dará el gobierno "en el camino de Yenan": UN
GOBIERNO DE COALICIÓN, con una "oposición" entre comillas, pero bien
pagada y mantenida.
En su libro "LA DEMOCRACIA TOTALITARIA" en 1940, Mao Tse Tung anunció lo
siguiente y lo aplicó:
"formar una alianza temporal con los miembros principales del campo
enemigo, con aquellos que estuviesen dispuestos a colaborar con nosotros
o que todavía no fuesen nuestros principales enemigos".
A la oposición en aquellos tiempos en China se le complació con
concesiones intrascendentes, pues la batuta del régimen la manejaba el
propio autócrata y fue entonces cuando los chinos aplicaron la curiosa
fórmula de "equilibrio-desequilibrio-nuevo equilibrio". Un ingenioso
traba lengua que estableció que todos los días hay que cambiar el
equilibrio por "desequilibrio" para crear "un nuevo equilibrio". Empezó
entonces Mao la campaña de la rectificación constante que consagró
dentro de la ley aparentemente democrática el poder absoluto.
[*] Las fuentes de información para éste
trabajo fueron las siguientes: THE YENAN WAY y LA GRAN ESTAFA de Eudocio
Ravines, -MAO TSE TUNG, por George Paloczi Horvath; DICTADURA
DEMOCRÁTICA POPULAR, Mao Tse Tung y STORIES OF THE LONG MARCH (Editorial
de Idiomas Extranjeros. Pekín). Mi agradecimiento al hombre de Misión en
Vietnam, Néstor Rodríguez Lámelas, quien me recordó la pista de "el
camino de Yenan".
Fuente:
http://www.soberania.org/Articulos/articulo_1922.htm
Oscar Yánez* / Revista Zeta No. 1497
(Venezuela) - 14/01/05
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