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Artículos
Raúl Castro el reformista, según Oscar Espinosa Chepe
Por Lázaro González Valdés*
En su artículo “Medidas positivas” el periodista
independiente Oscar Espinosa Chepe presenta una hipótesis dependiente de
la buena voluntad y del sentido de justicia que no posee el general Raúl
Castro, quien amplió su record criminal asesinando a cuatro personas
cuando ordenó a cazas de combate lanzar cohetes aire-aire contra aviones
civiles americanos el 24 de febrero de 1996.
Espinosa Chepe le propone al gobierno estadounidense que levante el
embargo pues según él esa acción “propiciaría dentro del país el
incremento de la presión para que comiencen a realizarse los cambios
estructurales y de conceptos, anunciados y no realizados aún por Raúl
Castro” (sic).
El periodista cree (como creen otros disidentes) que el régimen
comunista avanzaría gradualmente hacia el establecimiento de un sistema
democrático y reprimiría menos a los opositores cuando el gobierno
estadounidense suprima el embargo económico que, por su poca efectividad,
ha devenido en la caricatura de convertir al presunto embargador en el
quinto socio comercial del embargado.
La inexplicable confianza depositada por Espinosa Chepe en el régimen
opresor (ahora con Raúl Castro al mando) es ratificada por el periodista
cuando este indica que “se requiere un nuevo enfoque, más atemperado a
los tiempos, de forma que la política norteamericana contribuya a los
cambios en Cuba, ante el fracaso de posturas que durante decenios fueron
de gran utilidad a los sectores más inmovilistas y conservadores dentro
del gobierno cubano” (sic).
Sin embargo es el Partido Comunista de Cuba (PCC) quien recibe grandes
utilidades políticas con la hipótesis sostenida por Espinosa Chepe y
otros disidentes que claman por la supresión del embargo al grupo que se
robó todas las propiedades estadounidenses en Cuba. Esta postura no es
nueva. En el año 97 del siglo pasado, ese periodista independiente
sentenció que “cuando existen serias aperturas económicas, aun las más
cerradas sociedades se ven obligadas a transitar gradualmente hacia el
respeto de los derechos políticos y civiles y la libertad individual”
(sic) pero, al cabo de 12 años, está por suceder el pronóstico de
Espinosa Chepe no obstante que el PCC es el quinto socio comercial del
gobierno estadounidense.
Contrariamente a la profecía de Espinosa Chepe, la Historia demuestra
que nada se consigue en materia de democracia cuando se apoyan
económicamente a los sistemas totalitarios de izquierda, comunistas,
socialistas o como se les quiera llamar en concordancia con el lente
ideológico de cada quien.
De acuerdo a las investigaciones del Licenciado Salvador Borrego (fuente
confiable en temas relacionados con la infiltración del comunismo
internacional), producto de la labor ideológica de zapa de los
comunistas y de la ignorancia de quienes creen en sus falacias, los
industriales americanos fueron infiltrados mentalmente.
“El comunismo se va diluyendo y desaparecerá si tendemos puentes hacia
él; dejar solo a Lenin es arrojarlo en brazos de los más radicales;
invirtiendo en Rusia se influirá sobre Rusia; invertir en Rusia es un
buen negocio ... en esa telaraña de sofismas –recuerda el Licenciado
Borrego- hasta Ford cayó y envió a la URSS 74 mil juegos de refacciones
de automóviles, así como ingenieros para montar una fábrica”.
Por su parte “La Standard Oil Company envió técnicos y capital para
modernizar las explotaciones petroleras de la URSS. Averel Harriman
envió también capital y peritos a la URSS para impulsar las
explotaciones mineras. La Arthur G. McLee Company, de Cleveland, Ohio,
constructora de enormes plantas de acero en el estado de Indiana,
accedió a construir algo semejante en Magnitogorsk, en los Urales, y
envió un ejército de ingenieros y peritos que erigieron el centro
metalúrgico más importante de la URSS”.
Además, “los constructores americanos John K. Calder, de Detroit, Henry
Hendrickson, de Cleveland, MacElroy y Spencer planearon y dirigieron la
construcción de una magna fábrica de tractores en Stalingrado. Más de
500 expertos americanos trabajaron en esa planta, a la que los
soviéticos le agregaron algunos cambios para que en vez de tractores
pudiera construir tanques”. Después “hicieron una copia de la fábrica y
la instalaron en Rostov”.
Los comunistas rusos consiguieron incontables beneficios económicos de
los ingenuos industriales que creyeron la hipótesis de que mayor
colaboración comercial con la URSS conllevaría democracia. Por ejemplo
“el coronel Hugh Cooper, constructor de una gran presa en Estados Unidos,
fue persuadido para que dirigiera la construcción de la mayor presa
soviética en el Dnieper y peritos e ingenieros americanos construyeron
también el sistema hidroeléctrico del Dnieper”.
Las investigaciones del Licenciado Salvador Borrego revelan que “gracias
a la infiltración física y mental, practicada en el extranjero, la URRS
iba convirtiéndose en una potencia de primer orden. Logró que Italia,
Dinamarca, Suecia y otros países le vendieran aviones, barcos, vehículos,
maquinaria, etc., que luego copiaba sin necesidad de gastar tiempo y
dinero en investigaciones y experimentos, y sin pagar derechos de
patente”.
Según la misma fuente, en 1929 en la URSS habían 30 mil vehículos (en
esa época rodaban 26 millones de carros en EE.UU.) pero los comunistas
valiéndose de técnicos americanos montaron “una planta en Gorki para
producir 140 mil autos anualmente”.
Ese tremendo apoyo económico de naciones con gobiernos democráticos no
causó el esperado respeto de las libertades básicas por parte del
régimen soviético, tampoco provocó la democratización de la URSS, ni
detuvo la represión contra los opositores políticos del sistema
totalitario ruso que –conviene recordar- fue quien entrenó a los
comunistas cubanos en infiltración, inteligencia, contrainteligencia,
espionaje, represión policial, terrorismo, guerra asimétrica, control
social, torturas mentales y físicas entre otras ciencias oscuras.
Por lo tanto la Historia confirma como errada la hipótesis que por
décadas esgrimen los disidentes cubanos según la cual: a menor
aislamiento económico del totalitarismo, mayor avance de ese sistema
hacia la democracia.
¿En que se basan los disidentes como Oscar Espinosa Chepe para asegurar
que “cuando existen serias aperturas económicas, aun las más cerradas
sociedades se ven obligadas a transitar gradualmente hacia el respeto de
los derechos políticos y civiles y la libertad individual” (sic)?
La respuesta es obvia: Ellos se basan en nada. Repiten las falsedades
con que han sido infiltrados mentalmente por la contrainteligencia.
Tan es así que en apoyo de la misma hipótesis que le permitió al régimen
de la URSS sobrevivir en momentos difíciles (para desgracia del pueblo
ruso), Espinosa Chepe lanza sofismas como el siguiente: “La
confrontación es la mejor aliada de los sectores opuestos al cambio y a
la solución amistosa de los problemas. La negociación y el compromiso
constituyen la llave del progreso” (sic).
Por lo tanto si el gobierno de EE.UU. secunda las propuestas disidentes
de apertura comercial, reconciliación y diálogo con los comunistas estos
continuarán usurpando el poder, violando los derechos humanos y
oprimiendo a la sociedad cubana porque la Historia recomienda hacer lo
contrario.
La naturaleza antihumana, agresiva y excluyente de las doctrinas del PCC
invalida a sus partidarios como agentes de cambio pro democrático. El
criminal Raúl Castro no es la excepción de esta regla.
Por otro lado, Oscar Espinosa Chepe y los disidentes que actúan y
piensan como él están atrapados en el círculo vicioso de su error de
cálculo. Mientras persistan en ese esquema, ellos no podrán comprender
los hechos históricos expuestos anteriormente.
Bibliografía.- Las citas referentes a las
investigaciones de Salvador Borrego fueron tomadas de su obra
Infiltración Mundial / Primera Edición / México / Septiembre de 1968.
Oscar Espinosa Chepe:
La Experiencia China y Cuba / Cubanet / Diciembre de 1997.
Medidas Positivas / Cubanet / Marzo de 2009.
*Lázaro González Valdés,
Exprisionero político (conciencia) en Cuba, fue uno de los cinco ejecutivos
principales de Concilio Cubano y fue detenido durante la ola de arrestos
que fue causa parcial de la no celebración del Concilio Cubano en 1996.
Actualmente reside en Miami y continua contribuyendo a la causa de la
libertad de Cuba, dirige la página de Internet Semanario a Fondo, Dirige
S.O.S. Justicia, organización encargada de recoger denuncias de
violaciones a los Derechos Humanos cometidas por el actual sistema
comunista en Cuba para en su momento oportuno tornar dichas denuncias a
los tribunales competentes.
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