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Se me olvido que te
olvide.
Por
Jay Martínez.*
En Cuba solo me queda un tío por parte de madre y una docena de primos
hermanos a los que deje de ver de niños. Otros familiares nacieron
después de mi salida, y no los conozco porque nunca volví; no porque sea
más patriota que nadie simplemente no sentí el deseo de hacerlo cuando
podía.
Ahora, por un lado Cuba no me daría la
visa y por otro, según Bush, mi tío y mis primos hermanos no son parte
de mi familia. Pero de todas maneras me considero afortunado. Soy de los
pocos cubanos que tengo a mis familiares más cercanos también en el
exilio. Mi familia por ambas partes logro salir de Cuba en diferentes
épocas y así logramos el sueno americano de disfrutar juntos las
navidades y la Noche Buena y los cumpleaños de mi madre acá en libertad.
Por
muchos anos la palabra reunificación familiar estuvo de moda en el
exilio y en Cuba. Al parecer, a algunos cubanos ya se les ha olvidado y,
prácticamente ni se escucha la palabra por ningún lado como si el tiempo
la hubiera borrado.
Lo
mismo pasó con el “puente familiar” frase que de niño en Cuba escuchaba
constantemente en los labios de los adultos: “Yo me voy por el puente”,
“Yo estoy reclamado por el puente”, “Fulanito se fue por el puente”. ¿Se
acuerdan de eso? Nadie lo criticaba. Los cubanos que salían llegaban e
inmediatamente reclamaban por “el puente” a sus familiares.
Pero
el tiempo pasa y algunos cubanos padecen de amnesia y se hacen los
chivos con tontera. Algunos exilados, después de que toda su familia
salio de Cuba, ya sea por el puente o cualquier otra vía resulta que
pretenden que nadie se vaya ahora de Cuba. Y que decir, de que los
exilados recién llegados visiten a sus familiares en la Isla. Eso se
interpreta como puro sacrilegio.
Por
más de 47 años tanto el exilio como los presidentes de turno en la Casa
Blanca no han podido lograr ningún plan efectivo que lleve al
derrocamiento de la dictadura y mucho menos lograr un levantamiento
popular dentro de Cuba debido en gran manera al control total del
régimen en los medios de comunicación y la represión militar interna.
Creo que es un gran error por parte de Bush y de los cubanos que le
apoyan con este plan de aislar aún más a las familias cubanas con la
excusa de evitar que se le lleven dólares al tirano.
En
realidad lo que necesita el pueblo de Cuba es un mayor contacto con la
realidad del mundo exterior sobre todo con los países democráticos y
libres de los cuales el régimen se encarga de que el pueblo no reciba
ninguna información. Creo que los seguidores de Bush en vez de aplaudir
estas medidas discriminatorias contra los cubanos y sus familias
deberían exigirle la implantación tanto de Radio como Televisión Martí
pero de una manera efectiva no como un show decorativo y político para
embullar a las gradas cubano republicanas de Miami.
Cuando a los 14 años volví a ver a mi hermana que me había dejado de dos
la alegría que experimentamos mi madre y yo en Cuba era indescriptible.
Por lo tanto, no entiendo por que privar a los cubanos de ahora de
recibir a sus familiares exilados. Creo que solo los que están en Cuba y
tienen familias aquí y los que están acá y tienen familias en la Isla
entienden el valor de la palabra familia.
Patria es también familia y un país dividido desde su primera
institución, creada por Dios y la más importante, es imposible que
sonemos en restablecerla sino reunificamos primeramente la familia
cubana.
Hace
una semana viaje a la ciudad de Miami o la capital del exilio como
también se le conoce. Cuidad que conozco muy bien pues viví allí en mis
primeros años de exiliado. Me encanta y disfruto mucho mi estadía pues
para nosotros los cubanos exiliados creo que es lo más parecido a Cuba
por su ambiente y por el sabor que los cubanos le han impregnado a toda
la ciudad con nuestras costumbres y tradiciones. Ese fin de semana se
estaba celebrando el 20 de mayo y la ya famosa actividad conocida como
Cuba Nostalgia.
En el
ambiente se respiraba un espíritu de celebración y de fiesta que
contagiaba a cualquiera. Familias completas en los restaurantes,
comiendo todos juntos, un espectáculo digno de admirar y disfrutar.
Tradicionalmente los cubanos disfrutamos de nuestro apego a la familia y
todos nuestros esfuerzos personales están encaminados al bien de nuestra
primera patria: nuestra familia.
El
tema que acaparaba las conversaciones por esos días en Miami era el
concerniente a las medidas que anunciaría la Casa Blanca sobre los
viajes a Cuba. Esta era la gran preocupación de la mayoría obviamente
porque ese paquete de medidas anunciadas todos los cubanos sabemos que
lo único que se afecta directamente es a los exiliados y a los
familiares que están en la Isla.
Creo
que es una inmoralidad que después que nos pasamos años sacando
familiares de Cuba y viajando en los viajes de la comunidad ahora nos
alegremos de que nuestros hermanos no puedan viajar a Cuba a reunirse
con sus familiares, y que los condenemos a la separación de sus seres
queridos porque ellos visitan Varadero o porque le celebran los 15 a sus
hijas cuando lo hacen con su propio dinero que se lo han ganado con el
sudor de su frente.
¿Que
derecho tenemos nosotros a impedir esto, con la excusa de que están
llevándole dinero a Fidel, o es que los millones de cubanos que viajaron
a Cuba en los finales del setenta y ochenta no le estaban llevando
dólares al dictador?
Y los
cubanos más patriotas cuando ellos envían las ayudas a los disidentes el
dinero no termina en las manos de Fidel. ¿Acaso la disidencia tiene un
banco aparte o no compra la misma comida que el resto de los cubanos?
Entonces por qué ser tan injustos con nuestros hermanos o es que solo
nuestras familias son importantes o los años en el exilio nos hicieron
olvidar el pasado.
Por
otro lado, se escucha que los cubanos que salen ahora solo lo hacen por
motivaciones económicas argumento con el que sin darnos cuenta estamos
apoyando y reafirmando lo que el régimen dice en la Habana que en Cuba
la gente sale por problemas económicos “causados por el bloqueo
asesino”.
Las
famosas nuevas medidas no bajaron ese fin de semana y solo se escuchaban
especulaciones por parte de los politólogos en la radio y la TV miamense.
Escuche que una de las nuevas medidas sería que solo los ciudadanos
americanos podrían viajar a Cuba cada tres años y que tuvieran
familiares en Cuba. Es decir, los residentes quedarían fuera de los
viajes. Estos no tienen derecho a ver sus familias.
Hasta
el momento esto es solo una bola. Esperemos en dios que no sea así de
todas manera me imagino que están buscando el lenguaje que algunos
cubanos de Miami quieren escuchar. Esos que son más republicanos que
cubanos y que la mayoría en el 1959 decían: “Fidel, esta es tu casa”.
*Jay Martínez, es director del
programa de radio Magazine Cubano, en Puerto Rico.
jay@coqui.net
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