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Artículos
El tema es TV Martí
Desde Cuba por Javier Machado, Cubanacán Press
Santa Clara, 26 de agosto de 2004
Ayer visité a unos buenos amigos. El tema de plática obligado por estos
días es la conmoción que ha provocado en la población cubana en general,
el envío por primera vez hacia la isla cautiva de la señal de TV Martí,
utilizando un avión C 130, equipado para estos menesteres, como parte
del paquete de medidas anunciado por Washington en mayo último para
acelerar el tránsito hacia la democracia en Cuba.
Entre risas alguien llegó a afirmar que lo acontecido tenía cierta
similitud a
cuando hace años llegaba a la casilla la carne de res normada, para
todos los
miembros del núcleo familiar. Como no venía a menudo, cuando aparecía el
carro,
producía una especie de explosión social, expresado en alegría y el
corre -
corre de los vecinos, quienes se afilaban los dientes para comer la
preciada
fibra. Las colas era interminables, también los colaos, pero ese día
todos
sonreíamos en la mesa sentados en familia. Ahora es bien diferente, la
carne es
negada al pueblo, para que sea disfrutada sólo por turistas, o repartida
míseramente a los menores de 7 años en ciclos bien distantes en el
transcurso
del año.
Pero lo cierto es que TV Martí se vio por primera vez en Cuba, con la
complicidad del canal 13. Existen reportes de disímiles lugares donde
fue vista
la señal el pasado sábado 21 desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la
noche.
Fueron pocos los que lograron verla, porque se lanzó la señal sin previo
aviso y
en eso radica su encanto.
Los teléfonos sonaron con llamadas desde el exilio. Después volvieron a
sonar
desde dentro de Cuba, multiplicando el aviso. Los vecinos se enteraron
con el
toque a las puertas o a viva voz; pero la gran mayoría de los cubanos
nos
enteramos de lo ocurrido al día siguiente. La gente quería saber más y
preguntaba si sería una programación diaria o había sido sólo una prueba.
Nadie
hablaba ni de las olimpíadas. El tema era TV Martí.
Carlitos es un joven del barrio que siente la amargura de no haber sido
de los
primeros. El tiene un televisor Panda y al enterrase de la noticia de
inmediato
programó en su mando el canal 13. Ahora enciende el TV a cada rato y
repasa los
canales programados en una búsqueda incesante y afanada de nuevas
imágenes donde
se hable de otras cosas y donde no aparezcan las mismas caras de siempre.
Es indescriptible lo que pasa a nuestro alrededor. La ansiedad ante lo
nuevo
demuestra que la gente necesita de algo novedoso, aunque sea calificado
de
engendro y agresión. Ahora el cubano, que vive acorralado en la doble
moral, no
tendrá que sentarse aburrido en la puerta de su casa, esperando la hora
de ir a
la cama, porque a puertas cerradas podrá percibir con sus propios ojos
tanto lo
novedoso del día como la realidad que lo circunda. Una imagen es mucho
más
poderosa que miles de palabras juntas, por lo que cada cual podrá
reflexionar y
llegar a conclusiones propias ante cada propuesta de la señal amiga.
Aunque muchos escépticos afirman que Cuba no se dejará "meter el pie"
con TV
Martí, lo cierto es que llegó a muchos hogares cubanos. Era lo que
millones de
cubanos pedían a gritos. Cosa impensada en 45 años de poder totalitario,
programador de ideas y de mensajes, porque ahora, sentados cómodamente
en la
sala de sus casas, los cubanos podremos disfrutar de las actuaciones del
Duke
con los Yankees de New York, conocer el modo de vida norteamericano y el
capital
humano que han desplegado los nacionales radicados en el sur de la
Florida, sus
avances y victorias. También podremos conocer lo que ocurre aquí en
nuestras
propias narices, esa realidad negada a nosotros mismos por el
oscurantismo
informativo estadual.
Cuando horas después que Bush hiciera sus declaraciones en la Casa
Blanca el
jueves 6 de mayo del presente año, y que el Secretario de Estado adjunto
para
América Latina, Roger Noriega, dio a conocer las acciones inmediatas
puestas en
marcha por Washington para acelerar el fin de la dictadura cubana,
siempre pensé
que de todas las medidas anunciadas, lo más importante en el campo
ideológico
para el pueblo cubano sería las transmisiones de TV Martí.
Entre las acciones políticas y económicas propuestas por la
administración
norteamericana se incluía el destino de 36 millones de dólares para
apoyar las
actividades pro-democracia en la isla, la ayuda a los familiares de
presos
políticos y los 18 millones destinados para la transmisión de radio y TV
Martí a
través de un avión militar C-130 en el evidente esfuerzo para evitar el
bloqueo
por la parte cubana, de ambas señales.
Ahora el gran reto lo enfrenta la nomenclatura cubana especialmente de
Radio
Cuba para interferir la señal de TV Martí y del ICRT en mejorar la
actual
programación, viciada del mensaje ideológico y carente de buenos
programas.
Un avión C-130 "Comando Solo" como plataforma aérea en áreas del norte
de la
isla puede técnicamente hablando (y ya está demostrado) lanzar la señal
nítida
de radio y TV Martí hacia Cuba sin que las autoridades cubanas puedan
interceptarla. Es un golpe demoledor para la dictadura en el campo de la
batalla
de ideas porque así se rompe el control de la información \'cuasi
total\' que
tiene el gobierno sobre el gran público
La primera prueba fue vista por pocas personas. Seguramente cuando de
nuevo
lleguen las imágenes, miles de televisores se encenderán para que
cientos de
miles de personas capten el mensaje amigo. No hay apuro, porque en unas
semanas
seremos millones los de la teleaudiencia. Así TV Martí se convertirá en
la
preferida de los hogares cubanos.
Fuente:
www.diarionoticubainternacional.com
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