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Artículos
Sobran razones para unir esfuerzos
Por Huber Matos B*.
Desde mucho antes que el huracán Dennis golpeara
seriamente nuestro país, era evidente que los cubanos comprometidos con
el ideal de una patria libre y justa, debiéramos acortar distancias para
poder enfrentar con sentido de responsabilidad compartida, la trágica
realidad que padece nuestra comunidad nacional, victimada desde hace
casi medio siglo por un tirano ególatra y cínico que pretende imponernos,
como legado dinástico, sus patrones totalitarios y un sucesor.
Ahora la devastación ocasionada por el reciente ciclón y la manía
terrorista de este “señor de vidas y haciendas”, que identifica el
esbirrismo de sus “brigadas de respuesta rápida” como instrumento legal,
y que además insiste en proscribir como “traidores” y “mercenarios” a
todos los cubanos que cuestionen su absurdo orden, más otras
circunstancias derivadas de largas décadas de destrucción y
frustraciones, nos reclaman como necesidad dejar a un lado pretextos,
celos y rivalidades, para poder concertar esfuerzos hacia el cambio
democrático de verdad que nos conduzca cuanto antes a la meta propuesta.
Esta iniciativa puede parecer ingenua por lo difícil que es concertar
voluntades frente a un poder opresor implacable y sin escrúpulos con
larga experiencia en toda clase de golpes sucios, como lo demostró
cuando el Concilio Cubano en 1996 y cada vez que se ha visto amenazado
por un proyecto opositor que cobre fuerza. Y no faltarán quienes
cuestionen este llamado al esfuerzo compartido, viéndolo como inoportuno
o inconveniente desde el prisma de los intereses creados. Pero lo cierto
es que la intensidad de nuestro drama nacional, reflejado
paradójicamente en las pantallas de la televisión habanera y, de manera
especial, en la delirante exposición conmemorativa del 26 de julio del
2005, nos obliga a cerrar filas a quienes nos duele Cuba convertida en
feudo cuartelero con mucho de manicomio y miserias de toda índole, donde
la jauría esbirroide y la violencia del rigor represivo se usan como
respuesta oficial al clamor público, en nombre de una Revolución que
devino en estafa, corrupción y terror.
Nuestro país es desde hace muchos años un infortunado pedazo del planeta
donde la población se ve obligada a vivir con miedo y cien calamidades
más, pues el nativo es paria que vegeta en la pobreza, o presidiario,
con o sin rejas; o también instrumento acomodaticio y hasta cómplice
privilegiado de la mafia gobernante. Aunque, como contrapartida, Cuba ha
devenido en trinchera de resistencia continuada e inclaudicable desde
1959 hasta el día de hoy, quién sabe si en la antesala del vuelco
histórico que ratifique nuestras credenciales de pueblo que tarde o
temprano le ajusta cuentas a quienes lo humillan o traicionan.
No estamos planteando que las organizaciones y los diferentes grupos
involucrados en la lucha contra la tiranía, dentro y fuera de la isla,
dejen de hacer su trabajo o se subordinen a una dirigencia centralizada;
ni que se cree una nueva sombrilla de organizaciones con la pretensión
de hablar por todos y decidir por todos. No, lo que planteamos es un
compromiso de bases que nos permita identificar objetivos y vías para
aunar esfuerzos hacia la meta de una patria libre, cimentada en la
soberanía del pueblo y el estado de derecho. Un compromiso que
posibilite la alianza del pueblo y los militares cubanos, con un esquema
de gobernabilidad transitoria proyectado hacia el resurgimiento integral
de nuestra entidad nacional dentro de las normas del pluripartidismo y
de la economía de mercado; sin descuidar la problemática social y el
necesario restañamiento de los patrones éticos. Y lo que es muy
importante, la reconciliación nacional, que en modo alguno está reñida
con la necesidad de hacer justicia y de castigar a los culpables de
crímenes imperdonables.
Esto es en esencia lo que venimos promoviendo desde el otoño del 2004
varios ex presos políticos, economistas, profesores, abogados, etc.,
mediante un proyecto denominado “Compromiso Nacional Cubano”. que ya
cuenta con más de un centenar de coauspiciadores ubicados en diferentes
áreas o países. El documento está en manos de importantes figuras de la
resistencia en suelo cubano, consta de tres partes: Introducción,
Objetivos, y Medidas concretas en la implementación del cambio. Por
razones de espacio, incluimos aquí solamente la Introducción. Puede
encontrarlo completo en el sitio de Internet www.compromisocuba.org y
añadir su nombre si comparte el criterio expresado en el mismo. Ya Elsa
Morejón, esposa del Dr. Oscar Elías Biscet, nos autorizó a incluir el
nombre de ella como firmante. Esperamos otras firmas de nuestros líderes
en suelo cubano, también sugerencias para propiciar la mejor
funcionalidad del proyecto.
“Introducción:
Nosotros, cubanos por derecho propio, residentes en la Isla o en el
exterior, nos comprometemos a hacer cuanto esté a nuestro alcance,
aunando voluntades y esfuerzos, para ponerle fin cuanto antes a la
humillante y desgarradora realidad que vive desde hace más de cuatro
décadas nuestra comunidad nacional, víctima de un régimen despótico que,
apoyado en la represión, en pretextos y demagogia, niega toda
posibilidad de soluciones. En el contexto de este compromiso, sin
importar los sacrificios, haremos valer nuestros derechos como pueblo
soberano hasta lograr lo señalado en el presente documento”.
Los promotores de este proyecto no pretendemos ningún mérito de autoría.
Sencillamente nos hacemos eco de un clamor que viene desde hogares
cubanos cargados de humanas angustias cada día más tensas; también desde
las prisiones donde languidecen los Oscar Elías Biscet, Héctor Palacios,
“Antúnez” y cientos y cientos de nuestros heroicos presos políticos, y
desde muchos hogares del destierro donde el amor a Cuba palpita cada día
y cada noche indisolublemente ligado al compromiso con la libertad y
demás valores que caracterizan nuestra identidad histórica.
Frente a un tirano demoníaco y sus cómplices y esbirros, lo menos que
podemos hacer es cerrar filas.
*Huber Matos Benítez.
Comandante de la Sierra Maestra, Jefe de la Columna 9 “Antonio Guiteras”,
en el mismo año 1959 solicitó su renuncia a continuar en el llamado
proceso revolucionario cubano, al darse cuenta que la llamada revolución
de Castro iba camino de un socialismo-comunismo disfrazado a ese momento.
Fidel Castro planeó destruir al Comandante Matos e invento una falsa
conspiración en contra del pueblo y en un falso juicio condeno al
Comandante Huber Matos a 20 años de cárcel, los cuales cumplió en su
totalidad. Hoy se mantiene activo en la lucha por devolverle al pueblo
de Cuba la Libertad por la cual él lucho y Castro usurpó erigiéndose en
dueño de la isla.
Matos es autor del libro “Cómo llegó la Noche” en el cual narra su
participación y experiencias en el proceso cubano. (Publicado por la
editorial Tusquets, Barcelona España.)
Portada del libro "Cómo llegó la Noche" (Fidel
Castro y Huber Matos entrando a la Habana....)
Agosto 17, 2005.
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