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Artículos
Homenaje y despedida a un gran cubano.
Por Dr. Eduardo Vidal Franco*
Esta segunda semana de mayo del 2006, nos ha traído
la triste noticia de la muerte de Eusebio Peñalver Mazorra, cubano de
pura cepa que hizo de su vida una continuidad de hechos en favor de la
libertad de nuestro pueblo.
Eusebio plantó cara frente a todas las injusticias que hace décadas
ensucian nuestra Patria; primero contra Batista, y luego combatiendo al
Castro Comunismo, con ejemplar entereza en el Escambray montañoso,
detrás de las rejas y en el exilio.
Esta valentía era inaguantable para la canallada Castrista y por eso le
hicieron pagar el precio de veintiocho años de prisión donde intentaron-
a través de las torturas, las crueldades y el aislamiento-, someter al
espíritu rebelde; pero se equivocaron. La ignorancia de los
representantes del mal les impide ver que el sufrimiento talla la
grandeza de los hombres.
De la cárcel al destierro. Comienza para Eusebio el peregrinar de medio
mundo, cargado de razones, sentires y testimonios que le permitían
denunciar y condenar al vulgar asesino, autoproclamado "Comandante
Castro", por haber robado hace 47 años los sagrados derechos de todos.
Gracias a tu voz y tus vivencias, se desenmascararon en muchos foros a
tantos cómplices del Crimencastrismo que, a distancia y disfrutando de
sus privilegios, predicaban a favor de la neo-esclavitud cubana.
No me es difícil imaginar tu duro bregar sin esconder el rechazo que te
inspiraban los cobardes que, desde sus democracias han buscado siempre
aprovechar las miserias y desgracias impuestas por un gobierno ilegítimo
en la Isla. También recuerdo, Peñalver, tu incomprensión hacia los
“Salva Patria” que pretenden compensar a los verdugos.
Con los años, te llegó por último la enfermedad y a ella te enfrentaste
con la misma dignidad del combatiente que marcó tus pasos. Ahora, quizás,
la vida te brinde las vacaciones que nunca reclamaste por tu generoso y
entregado sentido de servir a los demás.
Peñalver, como te expresé en Madrid- allá en la presentación de la
Fundación Elena Mederos-, me sentí y aún hoy me siento muy honrado de
haberte conocido. De mi estancia en Miami guardo mi gratitud por tu
ayuda en las difíciles circunstancias en las que nos reencontramos
personalmente.
Tu magnífica historia de soldado por la libertad, amplía la comprensión
del concepto de “plantado en la vida”, que le escuché definir a tu
compañero Ángel de Fana en las protestas de la última Cumbre
Iberoamericana en Salamanca, cuando resaltaba la oposición permanente a
toda vileza humana, no sólo como una opción política, sino como una
condición indispensable en el crecimiento humano.
Sinceramente, amigo, como buen patriota que has sido, considero que toda
Cuba algo te debe.
Deseo profundamente, que la tierra que nos vio nacer te reciba en la
libertad, como a uno de sus grandes hijos, tal como lo hizo para estas
fechas, pero en 1873, al acoger en su seno a otro grande de los nuestros:
el camagüeyano Ignacio Agramonte y Loynaz.
Hasta siempre Peñalver. Un abrazo por y en Cuba,
*Dr. Eduardo Vidal Franco, Ex –prisionero de
conciencia cubano, Presidente de la Asociación “Cubanos por la Libertad”
España, Mayo 13 del 2006.
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