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Una izquierda hipócrita.
Por Dr. Alejandro Vázquez Cárdenas
Muy probablemente al lector promedio de este inicial siglo XXI, saturado
de publicaciones "políticamente correctas", los nombres de Imre Nagy,
Janos Kadar y Jozsef Mindszenty no le dicen nada. Sin temor a
equivocarme considero que igual sucede con los nombres de Alexander
Dubcek y Pol Pot. Para el lector que mas bien busca best sellers, y solo
ocasionalmente echa una ojeada a los titulares de su periódico favorito
para luego dirigirse a las secciones deportivas y de espectáculos, estos
nombres definitivamente no les dirán nada.
Un poco de Historia:
Nagy, Kadar y Mindszenty nos remiten a la Hungría de 1956, la Hungría
satélite sometida al régimen fascista de la Unión Soviética por la
fuerza de las armas. Nos remiten mas concretamente a la llamada "Revolución
de 1956", cuando el pueblo húngaro manifestó su desacuerdo con su
condición de esclavo de la URSS y exigieron la retirada de las tropas
del Pacto de Varsovia, el fin del sistema de "partido único", reformas
económicas y elecciones libres. La respuesta de la URSS fue aplastar con
tanques las exigencias húngaras, fusilamiento del Ministro Imre Nagy,
centenares de ejecutados y miles de deportados al Gulag soviético.
Reacción de la intelectualidad de izquierda: Silencio, explicaciones
sesgadas y aprobación tácita. Los muertos por protestar contra la URSS
no cuentan.
Checoslovaquia 1968, "Primavera de Praga".
El pueblo checo, harto de la ineficiente dictadura soviética apoya la
llegada del reformista Alexander Dubcek, el cual promete cambios
radicales y llegar a un "Socialismo con rostro humano". Respuesta
soviética: La previsible, utilizar su argumento favorito, ocupación con
tanques y encarcelamiento de los dirigentes. Reacción de la "intelectualidad
de izquierda": Silencio, algunas protestas aisladas (J.P. Sartre) y
otras muy matizadas. Aquí cabe destacar la sinceridad del dictador
cubano Fidel Castro, que alabó la invasión y todavía afirmó que en caso
de que ellos (los cubanos) se desviaran de la doctrina marxista "que nos
invadan" proclamó. Se le agradece este acto de sinceridad, en que por
segunda ocasión imita a Hitler cuando escribió sus verdaderos planes en
Mi Lucha. (La primera fue al utilizar la frase "La historia me absolverá",
misma que Hitler uso en el juicio por el putsch de Munich).
Otro caso. Pol Pot y el Khmer rojo. En 1975 Pol Pot, fundador y jefe del
partido comunista de Camboya derroca al presidente Lon Nol y dirige un
genocidio de proporciones épicas contra su pueblo, asesinando a un
aproximado de 4 millones de seres humanos en verdaderos campos de
exterminio, en un demencial intento de aplicación a rajatabla de un
maoísmo dogmático. Respuesta de la "intelectualidad" de izquierda:
Silencio piadoso. Tal vez por el desconocimiento geográfico de Camboya o
por considerar irrelevante la cifra de 4 millones de muertos por el
régimen comunista.
Son solo 3 ejemplos, hay muchos mas hasta
totalizar la increíble cifra de 100 millones de asesinados por la
entelequia marxista. Son una palpable muestra del "doble rasero" con que
miden estos "intelectuales", sus publicaciones y sus "compañeros de
viaje" de la izquierda intolerante. Lo que en algunos países es
censurable y ferozmente criticable no lo es para otros. La violencia y
los asesinatos, cuando son cometidos por su causa, si están justificados.
Por eso vemos sus oblicuas justificaciones a la ETA, su defensa de las
FARC, su entusiasta apoyo a los "luchadores sociales", su apología a los
movimientos tipo "Liga 23 de septiembre" y su inocultable complacencia
con el terrorismo islámico. Los asesinados por los grupos y los
regímenes de "izquierda" no existen y por lo tanto no cuentan. Esto en
correcto español de llama hipocresía o más duramente, cinismo puro.
Alejandro Vázquez Cárdenas
drvazquez4810@yahoo.com
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